El Partido de la Revolución Democrática (PRD) está frente a su extinción, no sólo a nivel nacional, sino también a nivel local, y frente a esto está también ante una gran disyuntiva, pero también ante una oportunidad.
En lo nacional se ve complicado que sostenga el registro, es prácticamente un hecho de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sólo ratificará lo que ya todos saben y fue notificado por el Instituto Nacional Electoral (INE): la liquidación del partido se consumará como ha sido anunciado.
En lo local, en Michoacán, si bien sostendrá el registro, como sucederá en otras 13 entidades federativas, el partido tendrá la oportunidad de reinventarse y rediseñarse para sobrevivir, o sostener un cascaron, por nostalgia y necedad, que -lleno de vicios- difícilmente se podría recuperar.
Es decir, lo que es real e inmediato es que sostendrá el registro en la entidad; quedarán con una Senadora, dos diputados locales plurinominales y 17 alcaldías; además de presencia en cerca de 70 ayuntamientos, esto en regidurías. Tendrán un capital político que si no se cuida con decisiones que permitan reconstruir y mirar hacia adelante, podría entonces, ahora sí, derivar o llevar a la desaparición de lo que queda.
Ante este renovarse o morir, los pasos siguientes que tendrán que dar en el partido del sol azteca tendrán que ser cuidados, medidos, y aprender a su vez a soltar o ser generosos entre quienes quedan; si se vuelve a las posturas de avasallar, de apoderarse de todos los pocos espacios que quedan, volverán a provocar innecesariamente escisiones o rupturas que en este momento no le sirven a la estructura que quedaría.
En esta coyuntura necesitan una figura que les agrupe, que les coordine y represente en la nueva fase.
Bajo ésta óptica sería entendible que Octavio Ocampo, actual líder del partido, deje que alguien más conduzca los destinos del partido local que quedaría en Michoacán, y que se enfoque a la vida legislativa, a la cual se integrará a partir del 15 de septiembre, con la nueva legislatura; además, es posible que coordine la fracción, tomando en cuenta que es quien tiene experiencia legislativa de esa fracción que se conformará.
Por otro lado, la expresión de Foro Nuevo Sol que lideran el ex gobernador y su medio hermano, Silvano Aureoles y Antonio García Conejo, viene disminuida del proceso electoral pasado, además de que también generan resistencias al interior del partido, por el agandalle que en algún momento mostraron de diversos espacios del partido.
Es por ello que en esta ruta se ha manejado la posibilidad de que quien lidere los destinos del PRD Michoacán, o como se llegue a llamar el nuevo partido local, sea el todavía diputado federal por Apatzingán Francisco Huacus Esquivel.
Son varios actores políticos al interior de esta fuerza política los que ven con claridad que éste perfil pueda ser quien lidere al partido local frente al compromiso electoral que les tocará enfrentar en el 2027.
A quien definan, en colectivo, tendrá que reconstruir al partido, ajustar y cambiar su narrativa, analizar y definir la nueva línea política, generar acercamientos con actores políticos que también quedaron excluidos en el proceso electoral reciente pasado, e incluso aquellos que participaron de forma independiente.
En la medida que logren, lo más rápido posible, tomar las decisiones necesarias, podrán avanzar en garantizar sostenerse en el siguiente proceso y hacer frente a Morena y sus aliados. Si no lo logran sucederá lo que algunos desde ahora vaticinan: la extinción en lo local también se concretará en el siguiente proceso.
