Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- El proyecto del Tren Maya enfrenta nuevas críticas y preocupaciones ambientales tras la certificación del daño provocado por las obras del Tramo 5 Sur en la región de Yucatán. Un informe emitido por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reveló una serie de irregularidades, incluyendo el derrame de cemento en cavernas, oxidación de pilotes y modificaciones al entorno natural.
El documento detalla que el cemento derramado en las cavernas Garra de Jaguar, Manitas, Ixtun, Openheimmer y Ocho Balas resultó de la colocación de pilotes para el viaducto elevado del tren, lo que generó un impacto significativo en estos espacios naturales. Además, se corroboró la oxidación de pilotes, colapso de techos de cenotes y la extracción no autorizada de agua, entre otras violaciones a las regulaciones ambientales.
La Profepa presentó este informe como parte de un requerimiento judicial derivado de una demanda de amparo promovida por ciudadanos de Playa del Carmen, exigiendo la suspensión de las obras en el Tramo 5 Sur. A pesar de una suspensión definitiva otorgada en enero pasado, las actividades continúan sin acatarse, según denuncian los afectados.
Patricia Godínez, representante de organizaciones ambientales, calificó el informe como “escalofriante”, destacando que confirma las denuncias previas sobre los daños causados por el proyecto. La situación ha llevado al juez a ordenar una inspección judicial para verificar el desacato a la suspensión definitiva.
El biólogo Roberto Rojo lamentó los efectos del proyecto del Tren Maya en el ecosistema de las cavernas, señalando que las acciones gubernamentales han destruido estalactitas y contaminado el agua, afectando a la fauna y flora de la región.
Este nuevo episodio agrega más preocupaciones sobre la viabilidad ambiental y la responsabilidad gubernamental en la ejecución del proyecto, generando un llamado urgente a revisar y detener las actividades que continúan deteriorando el entorno natural en la región.