ACUEDUCTO | SAMUEL PONCE
La ex perredista, la ex luchadora social, al menos no en modo activo, la irreverente morenista, Ana Lilia Guillén Quiróz, esperó en vano de los lideres formales e informales de su instituto político la convocaran a participar en el actual proceso electoral local, tanto en lo interno como en lo externo.
No, no fue así, como se vio. Diría que se notó ilusa al no pensar que sería vetada por el ramirismo, tras la toma de la sede formal de Morena Michoacán, derivada de la imposición del fallido, bueno, mayoritariamente ausente, regidor moreliano, Juan Pablo Celis como dirigente en la entidad.
Para ella, para Ana Lilia Guillén, también fue un agravio que no la convocaran no solo como aspirante a un cargo de elección popular, sino como una operadora política, con decenas, por no decir centenas de seguidores, de simpatizantes a su favor. No, nunca estuvo en el radar ni siquiera, por formalidad, invitarla.
Ante ello, optó por buscar la forma de rebelarse y golpear, políticamente hablando, a sus detractores. Y, encontró la manera: situarse en el imaginario social como aspirante informal a la alcaldía de Morelia y buscar el respaldo para que votaran por ella.
Si, para que votarán por ella, sin ser impulsada por un instituto político, menos por una alianza partidista y, por supuesto, mucho menos reconocida por el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), que votaran por ella, en las urnas electorales, este próximo 2 de junio, en el recuadro blanco que dice candidatos no registrados.
Es decir, la morenista no hará campaña para que la gente sufrague a favor del candidato a la presidencia municipal de la capital michoacana, Carlos Torres Piña; y, sin embargo, no tiene miedo que la expulsen del partido político, ¿porqué’, espeta. Argumenta que ella no hará contra campaña, ni cerrada ni abiertamente.
Dice que estará contenta que los votos a su favor.
ITZEL, LA CONSENTIDA DE SHEINBAUM
Cierto, en la reciente visita de proselitismo de la candidata presidencial de Morena, PVEM, y PT, Claudia Sheinbaum Pardo, al más importante bastión morenista del territorio michoacano, ubicado en Lázaro Cárdenas, todos los reflectores estuvieron en ella.
Sin embargo, pese a ello o por ello, no se dejó pasar desapercibido las condescendencias, desde atenciones hasta afectos, de la ex gobernante de la capital del país a la alcaldesa con licencia de Lázaro Cárdenas, hoy candidata a diputada local, Itzé Camacho Zapiain.
Y, no solo con la abogada de profesión, sino también con el candidato morenista a la alcaldía lazarocardenense, Manuel Esquivel Bejarano. Claro, ese tipo de situaciones no fue de todo el agrado de los adversarios internos de ambas figuras locales, menos de los ramiristas.
CANTERA
Una bocanada de esperanza le dio a los lazarocardenenses la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardos al comprometerse a importantes obras de infraestructura, no solo para el puerto marítimo industrial, sino para la ciudad y comunidades del propio municipio, algo que no hizo Andrés Manuel López Obrador, ni como aspirante ni gobernante federal.
CANTERITA
Toc, toc… Si, se siguen sumando cuadros priístas al proyecto del Gobierno de Morelia de Alfonso Martínez Alcázar, entre ellos una secretaria general del PRI en la capital michoacana.
GOTEO
Finalmente, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla entendió e inició los pasos necesarios para adoptar medidas de blindaje a los candidatos, de cualquier partido político, que en materia de seguridad se creen vulnerables.
