Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- La violencia política en México ha cobrado un alto precio durante el año en curso, con un sombrío recuento de ocho precandidatos a puestos políticos asesinados en lo que va del 2024. Este preocupante panorama se suma a un total de 19 candidatos, precandidatos y excandidatos que perdieron la vida de la segunda mitad del 2023 a febrero del presente año, según datos proporcionados por la organización civil Data Cívica.
El reciente informe «Votar entre Balas: Entendiendo la violencia criminal-electoral en México» revela que solo en enero de este año, cinco precandidatos o aspirantes a cargos de elección popular fueron víctimas mortales de la violencia en distintos estados del país. Los estados afectados por estos lamentables sucesos durante enero fueron Morelos, Chiapas, Colima, Ciudad de México y Michoacán.
Entre los nombres de los aspirantes asesinados se encuentran Samantha Fonseca, Miriam Ríos, Alfredo Lezama, David Rey González y Sergio Hueso, representantes de diversos partidos políticos como MC, PAN, Frente Amplio (actualmente Fuerza y Corazón por México) y Morena.
El panorama sombrío continuó en febrero, con tres aspirantes más perdiendo la vida en ataques. Jaime Vera, precandidato del PVEM a la alcaldía de Mascota, Jalisco, fue la primera víctima el jueves 1 de febrero. El lunes 26 de febrero, Miguel Ángel Zavala y Armando Pérez Luna, aspirantes de Morena y el PAN respectivamente, a la alcaldía de Maravatío, Michoacán, también fueron ultimados.
La escalada de violencia ha puesto en evidencia que ningún partido político se encuentra exento de este flagelo, como advierte la organización Data Cívica. Desde julio de 2023 hasta diciembre del mismo año, se han documentado 11 homicidios de candidatos, precandidatos y excandidatos, sumando un total de 19 casos de mediados de 2023 a febrero de 2024.
Ante este escenario desafiante, México se prepara para llevar a cabo las elecciones más grandes de su historia el próximo 2 de junio, convocando a más de 97 millones de ciudadanos para renovar miles de cargos federales y estatales, incluyendo la Presidencia de la República, la Cámara de Diputados, el Senado y nueve gobiernos estatales. La violencia política, sin embargo, plantea un desafío significativo en el camino hacia una democracia pacífica y próspera.