LIBRE EXPRESIÓN… | Análisis
“Estar preparados para la guerra es uno de los medios más eficaces para conservar la paz”. George Washington (1732 – 1799) Primer presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
El gobierno de Michoacán que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla está negado a ver la inseguridad que prevalece en varias regiones de la entidad y que obligan a concluir que grupos criminales nuevamente estarán presentes en el proceso electoral.
La crisis de inseguridad es tan evidente, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó que se instalen mesas de seguridad en todas las entidades del país, para tratar de atajar en alguna dimensión la problemática que impera en gran parte del territorio nacional.
En el caso de Michoacán, la mesa de seguridad debió instalarse desde agosto, pero y pese a la insistencia del vocal Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE) en la entidad, David Alejandro Delgado Arroyo, no ha obtenido respuesta.
Ramírez Bedolla respondió públicamente que basta con la mesa de gobernabilidad, pero Delgado Arroyo insiste en que no es suficiente, se requiere instalar una estrictamente de seguridad, con la participación de las instituciones de dicho ámbito, representantes de partidos y de órganos electorales.
El asunto está tan entrampado, que en la sesión de trabajo de la mesa de gobernabilidad que se desarrolló este miércoles 31 de enero, no asistieron PAN, PRI, PRD y Más Michoacán.
Entre la polarización que prevalece y motiva insistentemente el inquilino de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador, así como la constante negativa de reconocer la realidad y optar por los “otros datos”, la falta de oficio político y responsabilidad gubernamental del mandatario estatal y su gabinete, podría degenerar en una lamentable situación, que, sin duda, le cobraría carísima la factura.
Por si no fuera suficiente, apenas el pasado martes los obispos que dirigen las diócesis de Michoacán advirtieron del incremento de la inseguridad y las dificultades que tendrán los ciudadanos para ejercer el voto en regiones como la tierra caliente y sierra.
Tampoco se puede deseñar que, en los comicios del 2021, donde surgió ganador Alfredo Ramírez, el TEPJF determinó anular la elección de algunas casillas en los municipios de Múgica, Gabriel Zamora, La Huacana y Nuevo Urecho, que forman parte del Distrito Electoral 22 de la entidad, tras confirmar la intromisión de grupos delincuenciales, situación que pudo repetirse en más municipios, donde no se lograron las pruebas pertinentes.
Así que la inseguridad en los procesos electorales de Michoacán no es nueva y no reconocerla es un error gravísimo que podría degenerar en mas atentados contra aspirantes y candidatos o presencia de hombres armados para obligar a los ciudadanos a votar por determinado partido o simplemente evitar que voten.
Ramírez Bedolla aún tiene oportunidad de recomponer y hacer lo correcto, así como los dirigentes partidistas y representantes de órganos electorales. Ante la crisis de inseguridad que prevalece y los acontecimientos del pasado, ningún esfuerzo es en vano.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.