El Reino Unido ha realizado exitosas pruebas del «Dragon Fire», un avanzado láser de alta potencia diseñado para enfrentar amenazas aéreas, según informó el gobierno británico. Con un costo de 140 millones de libras, este arma de energía dirigida por láser demostró su capacidad para atacar objetivos a larga distancia en el campo de tiro de las Hébridas del Ministerio de Defensa.
Cada disparo del láser, destinado a reducir la dependencia de municiones costosas, tiene un costo de apenas 10 libras, lo que podría convertirlo en una alternativa de bajo costo para ciertas tareas actualmente realizadas con misiles.
Desarrollado con cinco años de retraso y un costo total de más de 140 millones de libras esterlinas, el «Dragon Fire» tiene como objetivo derribar misiles, aviones, drones y satélites con precisión milimétrica. Los altos mandos militares británicos buscan que este láser reemplace a misiles multimillonarios como el sistema Sea Viper de la Royal Navy, utilizado contra drones y cohetes rebeldes hutíes en el mar Rojo. Su intenso rayo de luz tiene la capacidad de atravesar objetivos y detonar ojivas de misiles.
El Ministerio de Defensa británico destacó que este láser, impulsado por un intenso rayo de energía, ataca objetivos a la velocidad de la luz, causando fallas estructurales. La prueba más reciente, realizada con éxito, acelerará los planes para implementar el láser en combate, enfrentando las crecientes amenazas. Grant Shapps, secretario de Defensa, elogió la innovadora tecnología del «Dragon Fire», calificándola como vanguardia y previendo que revolucionará el espacio de batalla. El proyecto, liderado por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (Dstl), marca un avance significativo hacia el futuro de la defensa militar británica.
