Morelia/Redacción
De nuevo, la dirigencia, que no la base, del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo (STASPE) de Michoacán salió derrotada en su litigio con el Gobierno del estado para lograr mejores incrementos en salarios y prestaciones, aunque la oferta patronal solo habla de un 3.5 y 1.2 por ciento, respectivamente.
Igual que en abril, por decisión de las autoridades laborales, nuevamente los trabajadores volvieron a levantar las banderas rojinegras y a reanudar sus labores, en espera que se corrijan inconsistencias oficiales en la declaración de su movimiento como ilegal o en las negociaciones con las autoridades gubernamentales lleguen a un acuerdo.
Por lo pronto, los burócratas estatales sindicalizados volverán a sus fuentes de trabajo y no precisamente creyendo del todo el discurso de sus líderes que establece que el levantamiento de la huelga es una determinación propia ante falta de voluntad patronal de aterrizar un arreglo, así como un acto de sensibilidad sindical para que la ciudadanía no se vea afectada.
