Ciudad de México | Acueducto Noticias / Irene Valdivia.- El llamado “dinero rosa” se refiere al consumo económico de poblaciones LGBT, en las que los mercados se orientan a públicos sexodiversos para captar específicamente su poder adquisitivo, según sus intereses y necesidades, físicas o culturales.
Hay grandes marcas que apelan a este público a través del rebranding con elementos “Quiéreme Trans” como el arcoíris, de campañas publicitarias con símbolos culturalmente asociados a la diversidad sexual, y productos alusivos a este sector. Algo muchas veces referido como “pink washing” y criticado por algunos sectores de esta comunidad.
Imagen Irene Valdivia/Acueducto
Sin embargo, también el sector de pequeños empresarios pertenecientes a las poblaciones LGBT responden a su comunidad como público, creando productos desde necesidades sentidas en primera persona. Tal es el caso de “Quiéreme Trans”, el emprendimiento de Grecia, una mujer trans de Ciudad de México creadora de su propia marca de ropa, calzado y accesorios.
Su proyecto, según cuenta ella, inició al detectar en las marchas del Orgullo la venta de artículos orientados hacia la comunidad, como las reconocidas banderas arcoíris, hechas y vendidas por personas heterosexuales que aprovechaban el momento para crecer su economía.
Es entonces que Grecia decide apropiarse de sus símbolos comunitarios y hacer ella misma banderas de la diversidad con su propio sello personal, reemplazando las telas opacas y mate de las banderas tradicionales por franjas satinadas, con lentejuelas, terciopelo y transparencias en 40 diseños diferentes representando a la diversidad de comunidades en esta población.
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Por igual, como una buena emprendedora, detectó un mercado que no estaba siendo atendido y que representaba una buena oportunidad para su emprendimiento, la manufacturación de zapatos de mujer en las tallas del 7 al 10.
“Es muy difícil conseguir zapatos para las personas que tienen esa talla. Estos son zapatos hechos por nosotras, ya es nuestra marca” dice Grecia señalando orgullosa su logo en la planta de los tacones.
“También tenemos playeras con diferentes mensajes, y productos para hombres trans o personas transmasculinas como el binder”, explica Grecia mostrando la prenda utilizada para disimular el busto de forma segura.
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“Nosotras los hicimos en todas las tallas, y a un precio súper accesible para la comunidad”.
A veces dan precios muy altos para la comunidad, sobre todo pensando en la comunidad que está en su adolescencia y a veces no tienen para pagar esos precios. Lo mismo con los tacones grandes. Los nuestros cuestan $750 cuando otras marcas cobran $1500 a $2000 en esos números”.
Grecia también celebra que hoy su emprendimiento es visitado por familias, quienes acompañan a sus hijos jóvenes a adquirir sus productos, que también incluyen almohadas, pines y otros pequeños accesorios, pues significa que las familias están apoyando la diversidad sexual de los más jóvenes.
“En mi generación eso no pasaba y ahorita es muy bonito ver a los padres acompañando a sus hijos, y aquí está esta marca para ellos”.