Ciudad de México | Acueducto Noticias / Irene Valdivia .- La tarde noche del pasado domingo, la casa de la activista histórica, Nancy Cárdenas, situada sobre la avenida Miramontes, abrió sus puertas a una convivencia con la actriz chilena, Daniela Vega, protagonista de Una Mujer Fantástica.
A escasos pasos de la central Taxqueña, una casa de fachada blanca perteneció a la locutora de radio, actriz y escritora, Nancy María Magdalena Cárdenas Martínez, quien en vida fue pionera del movimiento de liberación gay-lésbico mexicano.
Nancy, la gran líder gay-lésbica
A sus 39 años, Nancy Magdalena se convirtió en la primera mujer lesbiana en asumir su orientación sexual abiertamente en un medio de comunicación, mientras denunciaba en entrevista con Jacobo Zabludovsky un despido motivado por orientación sexual a un hombre; más tarde, sería fundadora del Frente de Liberación Homosexual, primera organización gay-lésbica de México, junto a Luis González de Alba y Carlos Monsiváis.
Hoy, la casa funciona como centro de campaña para la diputada local y también activista lesbiana, Ana Francis Mor, “la dipuchula”, apodada así por su trayectoria como cabaretera en la compañía de teatro que ella fundó, Las Reinas Chulas.
La casa conserva el legado de su difunta ocupante bautizando su recibidor como “Sala Nancy Cárdenas”, espacio que se acondicionó con sillas y comida para las personas que estaban por llegar esa tarde.
El arribo
El jardín de esta casa, llamado “Jardín Chavela Vargas” en honor a la cantante que fue el mítico amor de la artista Frida Kahlo, vio pasar sobre sí a jóvenes y adultos por igual, expectantes de conocer a la protagonista del primer film chileno en ganar un Oscar, siendo como Mejor Película Extranjera. Una mujer fantástica.
La también primera mujer trans en presentar un premio Oscar, y primera en participar en una película que ganó un Oscar, entró a la casa a través de ese jardín portando un gorro y chaqueta cafés y unos jeans, con un par de lentes que ocultaban sus ojos como su gorro su cabello.
Imagen Irene Valdivia/Acueducto Noticias
“No salíamos del clóset”
Con un enfático “¡hola!”, la antes estilista y hoy artista a tiempo completo saludó con un beso a algunos asistentes, y se sentó sola en un sofá dando la cara al público, un grupo emocionado de personas trans.
Con una voz tan suave como lenta, en la habitación poco iluminada, Daniela empieza un monólogo sobre su propia transición, remontándose a hace veinte años.
“Era otro mundo. No había nada de lo que hay hoy. No había orgullo, no había visibilidad. Teníamos que fingir que no éramos nosotras. No salíamos del clóset, lo ocultábamos lo más posible. Cuando empecé a actuar, los papeles los trans los hacían personas cis. Era raro un actor o actriz trans encarnando un papel trans. Hoy, el síntoma se hizo característica, ya somos más”.
Los poemas diluidos
Una vez evidenciado su interés en la poesía, la artista, quien también es escritora, compartió con el público poemas que aún no pueden ser contados sólo para la memoria de quienes los oyeron desaparecer tras cada palabra, pues aún están próximos a ser publicados.
Al abrir Daniela el espacio para interactuar con el público, pese a haber pasado seis años desde su histórico papel, su experiencia aún generaba dudas que fueron resueltas para el público.
Daniela fue la primera actriz trans en una película a quien se le permitió interpretar a una mujer trans, pues anteriormente, dichos papeles eran interpretados por actores cis, heterosexuales.
Una voz que se quiebra
“¿Sientes que interpretar mujeres que no son trans es una venganza por cuando no nos permiten interpretar ni los papeles trans?” preguntó un joven espectador.
“Soy mamá de una chica trans de 15 años, y verte me conmueve, porque te veo y creo que mi hija sí lo puede lograr”, dijo una mujer con la voz quebrándose más al acercarse al fin de su oración.
Gradualmente las luces de la casa se fueron encendiendo, y Daniela terminó el formato vertical de orador-audiencia para convivir entre los asistentes, quienes ya se conocían entre sí a través de la Red de Familias Trans, quienes también por zoom se hicieron presentes para escuchar a Daniela Vega junto a sus hijos.
“Amo estas flores”, pronuncia Daniela.
“¿Conoces las Nochebuenas?”. “Claro. Se dan también en mi país. Chile también es mundo, también hay cielo y flores”
Finalmente, Daniela vuelve a cubrir su cabello y rostro con sus accesorios y se despide rápidamente de los asistentes, quienes compartieron últimos bocados mientras se organizaban para caminar al metro y llegar a sus casas a compartir esta experiencia.