Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- En un fallo judicial, el juez cuarto de distrito en materia penal de Monterrey, José Reynoso Castillo, ha dictado una sentencia condenatoria de 90 años de prisión para cinco militares involucrados en el asesinato de dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, Jorge Mercado y Javier Arredondo, quienes perdieron la vida a tiros el 19 de marzo de 2010. Un sexto militar implicado en el trágico evento permanece desaparecido.
La madre de Jorge Mercado, Rose Elvia Mercado, expresó su emoción ante esta resolución, que tanto ella como su familia habían estado esperando durante más de una década. Agradeció a todas las personas que los apoyaron en su búsqueda de justicia, especialmente al colectivo “Todos somos Jorge y Javier”. A pesar de las dificultades y la oposición, este colectivo los respaldó mientras enfrentaban al Ejército y al Estado en busca de respuestas.
Rose Elvia Mercado también agradeció a Dios, en quien siempre confió, aunque expresó su falta de confianza en las autoridades. Reconoció el apoyo de figuras como Erika Jaime, quien estuvo en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, el fiscal a cargo de la investigación, el juez José Reynoso, que tomó el caso en 2017, y a los medios que siguieron su historia. También destacó la labor del realizador del documental “Hasta los dientes”, Alberto Arnaud, por arrojar luz sobre los eventos y ayudar a limpiar el nombre de los estudiantes, quienes fueron erróneamente tildados de sicarios durante dos días tanto por las autoridades como por el Tec de Monterrey.
A pesar de la sentencia, los integrantes del colectivo “Todos somos Jorge y Javier” señalaron que los militares tienen la opción de apelar. Hacen un llamado a la sociedad para que respalde la confirmación de la resolución del juez Reynoso Castillo, emitida el 13 de octubre.
A pesar de la victoria legal, quedan otras carpetas relacionadas con delitos como abuso de autoridad, robo de identidad y uso excesivo de la fuerza, entre otros. La madre de Jorge Mercado reconoció que, aunque la sentencia es motivo de alegría, el dolor de la ausencia de sus seres queridos nunca desaparecerá.
Los padres de las víctimas han buscado no solo justicia, sino también que el sistema de justicia y el gobierno mexicano asuman su responsabilidad y narren los eventos de acuerdo con el derecho. Este fallo es un paso significativo hacia ese objetivo, pero siguen existiendo interrogantes sobre la cadena de mando y quiénes ordenaron los disparos. El veredicto se traduce en un precedente en la búsqueda de justicia para las víctimas de la actuación del Ejército mexicano.
En resumen, esta sentencia marca un avance importante hacia la verdad y la justicia en un caso que ha conmovido a México durante más de una década.