Morelia/Redacción
Un reportaje especial publicado en Proceso, relata como los menores mexicanos son susceptibles de ser incluidos en bandas delictivas que se dedican al tráfico de estupefacientes.
Según el informe “Violencia, niñez y crimen organizado” realizado por la Relatoría Especial de la Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), desde los 10 años los niños mexicanos son susceptibles de ser reclutados por el crimen organizado y el tráfico de drogas.
El documento expone la preocupante ausencia de políticas públicas en América Latina para frenar la incorporación de niños y adolescentes a bandas delictivas y maras así como la inexistente reacción de los gobiernos.
La CIDH revisó la situación de los menores en países que han sido aquejados por la instalación de grupos criminales dedicados al narcotráfico. Entre las naciones se encuentran México, Brasil y Honduras.
En el caso de México, de acuerdo con información otorgada por el Estado, “se desprende que los niños son integrados a organizaciones criminales a partir de los 10 y 11 años de edad, o incluso a edades más tempranas para trabajar para traficantes”.
El Estado mexicano reconoció que existe aproximadamente un millón y medio de niños de 5 a 17 años que no estudian ni trabajan y son ellos los más vulnerables para ser captados y explotados por el narco y la delincuencia organizada.
La Relatoría aplicó cuestionarios a organizaciones de la sociedad civil en México y según sus estimaciones 30 mil menores de 18 años forman parte del crimen organizado.
“Las agrupaciones consultadas agregaron que niños de 9 a 10 años son víctimas de trata de personas y que hay casos de más pequeños que son usados como vigías”.
De acuerdo con reportes de la sociedad civil, niños de 12 años son usados para cuidar casas de seguridad y a partir de los 16 ya portan armas y participan en secuestros o asesinatos.
“En lo que se refiere al narcotráfico, los niños están involucrados en toda la línea de la industria. Los más pequeños trabajan como vigilantes, los más grandes se ocupan del traslado de la droga y a partir de los 16 empiezan a ser contratados como sicarios”, según el estudio.
Además, la CIDH tiene conocimiento de que niños y adolescentes centroamericanos “son secuestrados por las organizaciones criminales a su paso por México y, en caso de que la familia no cuente con recursos para pagar su rescate, los obligan a realizar acciones para el grupo criminal”.
Con información de Proceso.