Morelia/Redacción
Después del mediodía de este domingo, pasadas las 15 horas, sin mayor recato, un miembro de la llamada Fuerza Ciudadana estacionó la patrulla no. 3946 exactamente en el área peatonal ubicada frente al principal acceso a la Catedral moreliana.
Ahí se mantuvo por espacio de más de una hora, recostado, pensativo y hasta enviando mensajes a través de su celular. Él, por supuesto, no tenía prisa, enfrente de él y a su alrededor, sus compañeros solo movilizaban el paso vehicular.
El, el de la 3946, no, no se inmutaba; los ciudadanos de a pie optaban por bordear el vehículo oficinal de Fuerza Ciudadana que les evitaba el paso seguro. Él, seguía recostado, en pose de descanso, como si nada sucediera a su alrededor.
Él, el de la patrulla policiaca, seguramente tuvo un mediodía complicado, por la mañana posiblemente estuvo en el operativo para resguardar más que a los ciudadanos comunes que participaron en la carrera atlética de Cinépolis, al ciudadano especial, al gobernador.
Por eso su momento relajante, bajo la sombra de una de las torres de Catedral; en esos instantes los demás era lo de menos. Eso sí, cuando un peatón le dijo que estaba obstruyendo el paso de los de a pie, casi inmediatamente optó por otro lugar.
