Morelia, Mich. | Acueducto Online/ Jaqueline Espinoza.- Después de laborar en la secretaría de gobierno y perder su sustento y el de su familia, de un día a otro, Paty optó por crear su propio negocio para no verse afectada una vez más por despidos repentinos.
La larga vida de Patricia Juárez ha sido, en su mayoría estable, durante su niñez y adolescencia tuvo educación y comida en la mesa siempre, proporcionada por sus padres.
Los viajes eran ya parte de ella, las aventuras que podía vivir la motivaban a seguir visitando lugares del mundo para crear y guardar experiencias que probablemente no se volverán a repetir.
Durante varios años trabajo en la secretaría de gobierno del Estado de Michoacán, pero de un día a otro esto se esfumó y tuvo que buscar una nueva forma de obner dinero para ella y sus hijos.
Fue entonces cuando tomó la decisión de hacer una marca de licores, comenzando con la venta de un primer producto que fue el limocello.
«La venta al público se inició en 2010, pero ya elaborabamos de manera familiar, para consumo familiar, comenzamos con el limoncello que es un destilado de limones, es una fórmula italiana» dijo Paty.
La técnica y respeta la aprendió en un viaje que tuvo a Italia, todos los habitantes de la isla de Capri comercializan ese licor.
Todo se hace de manera artesal, pues se necesita de una gran inversión para hacerlo con maquinaria y por ahora ella no tiene los recursos necesarios.
En la tenencia de Santiago Undameo, Patricia y su familia tienen un pequeño huerto que es donde se fabrican los diferentes tipos de licores con los que ya cuentan.
«No es un trabajo como todos lo ven, la gente cree que sacas a la venta tus productos y ya, es un trabajo de diario, de resistencia, la familia a veces es la primera que te desanima, dedícateekor a otra cosa porque no estás viendo los resultados» expresó.
El negocio lleva ya 12 años activo, aunque la pandemia afectó considerablemente, pues en el 2022 tuvieron que reactivar de nuevo el emprendimiento, como si volvieran a empezar desde cero.
Ahora ya ofrece al público, limoncello de mandarina, anís, amaretto y una na bebida de pétalos de rosa, todo hecho con sus propias manos.
«Me gustaba mucho el limoncello y he ido estudiando porque es un trabajo de diario, actualmente pertenecemos a un grupo de bar tender y he aprendido mucho de ellos porque sé que de mis licores no nada más los puedes tomar solos sino que puedes hacer licorería» finalizó.