Morelia/Redacción
En Michoacán, se está buscando afanosamente denigrar y destruir, “en su máxima expresión”, la cultura de la ilegalidad y delincuencial como fuente aspiracional para lograr un mejor nivel de vida.
Reconoció que no basta la estrategia sobre la lucha contra la inseguridad pública, sino va acompañada de una modificación cultural de los michoacanos, porque en los últimos años hay una actitud de ilegalidad, de corrupción y de impunidad.
En el marco de la Reunión Nacional de Cultura, efectuada en la capital michoacana, dijo que se requiere que la sociedad se agravie y se moleste cuando una persona se ostente como parte de una organización criminal y le da la fuerza y valor para estar por encima de todos.
Por eso, dijo, a contracorriente estamos transformando y fortaleciendo a las instituciones para que otorguen la seguridad y la justicia que en Michoacán se está demandando en los últimos años; sin embargo, acotó, que los cuestionamientos de algunas personas hacia las instituciones pueden socavarlas y no permitir que trasciendan.
Habló de la necesidad de implementar en el estado una nueva cultura de legalidad, donde la sociedad michoacana refuerce sus valores y principios que dé pauta a la unidad y equidad y con ello también una nueva memoria.
Sostuvo que se trata de tener nueva memoria que no hable de un grupo criminal que encona a una sociedad, sino de una sociedad que despertó, que transformó y que construyó nuevos valores y que formó un proyecto colectivo con objetivos comunes.
Dijo que no solo se tiene que transformar lo que fue una cultura de la ilegalidad a una cultura de la legalidad, sino por igual la construcción de una nueva identidad en el estado.