Morelia/Redacción
Durante su último día en territorio mexicano, el Papa Francisco se encuentra en Ciudad Juárez, Chihuahua en donde acudió a la capilla del Centro de Re adaptación Social Estatal (Cereso) Número 3 en donde ofreció un discurso antes 110 presos.
En el encuentro una de las internas, Elvia Quintanilla Molina, agradeció la presencia del Santo Padre y de ser elegida para hablar ante el máximo representante de la Iglesia Cátolica en donde a nombre de todos los presos destacó que «miles de hombres y mujeres que estamos tras las rejas, estamos por errores o malas decisiones»
«También somos parte de la sociedad y parte del pueblo de Dios», agregó al agradecer y citar las palabras del apóstol San Pedro a los hebreos: «Acuérdense de los presos como si estuvieran presos con ellos».
Tras escuchar su mensaje, el Papa Francisco saludó de mano a los presos elegidos para participar en el evento, donde incluso algunos aprovecharon para entregarle algunos regalos y ofreció unas palabras a los reclusos.
En un breve discurso, el sucesor de San Pedro aprovechó para hacer un llamado a los gobiernos, a la sociedad, a que retomen lo verdaderamente importante «la misericordia«, que recuerda la reinserción, la cual comienza en las calles, comienza afuera y lamentó que lamentó que desde hace varias décadas se piensa y se cree que «todo se resuelve aislándolo, apartándolo, encarcelándolo, creyéndolo que esas medidas solucionan verdaderamente los problemas, nos hemos olvidado de lo que debe ser nuestra verdadera preocupación, la vida de las personas«, dijo.
Por ello, dijo, se debe procurar una cultura de salud social, ya que a veces pareciera que las cárceles «se proponen incapacitar a las personas a seguir cometiendo delitos, más que a promover los procesos de reinserción que permitan atender los problemas sociales, psicológicos y familiares que llevaron a una persona a una determinada actitud«.
Al respecto, reiteró que las cárceles «son un síntoma en muchos casos de silencios, de omisiones que han provocado una cultura del descarte, son síntomas de una cultura que ha dejado de apostar por la vida, de una sociedad que poco a poco ha ido abandonando a sus hijo«.
«Hermanos, siempre me pregunto al entrar en una cárcel por qué ellos y no yo?. Y es un misterio de la misericordia divina, pero esa misericordia divina hoy la estamos celebrando todos mirando hacia adelante en esperanza».
Posteriormente, la máxima autoridad de la Iglesia Católica continuó su recorrido a al Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua, donde se reunirá con empresarios de todo el país y un grupo de trabajadores que fueron seleccionados.