Morelia/Redacción
El Papa Francisco sostuvo colorido encuentro, lleno de música tradicional ante miles de jovenes que espresaron su preocupaciones al Santo Padre.
En su discurso hablo sobre como la «La esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido y para eso es necesario el ejercicio de empezar por casa»,
El Santo Padre escucho las inquietudes de cuatro jovenes encargados de dat la bienvenida en el esatdio José María Morelos y Pavón.
En sus mensajes sobresalieron las frases como; «Duelen profundamente tantas realidades que hoy afectan a las familias y cómo para muchos son más importantes las cosas materiales que la palabra misma. Los jóvenes vivimos realidades que son realmente incriminadas, por una mala educación sexual y miedo al compromiso», expresó Rosario.
A su vez, Alberto, quien también tuvo un mensaje para el Santo Padre, fue enfático al decir que muchas veces por irse al camino fácil, toman decisiones equivocadas, matan y son encarcelados y se ven familias llorando a sus hijos, jóvenes… «En medio de todo esto, la paz es un don que seguimos anhelando».
También Roberto, joven del norte del país, argumentó la falta de oportunidades que hay en México, situación que «desanima» a la juventud, así como las diversas formas de lastimar y ser lastimados. Sin embargo, reconoció que la solución se encuentra en las propias manos de los jóvenes.
«Crece más la sensación de inconformidad por el momento complicado que vive México, pero la solución está en nuestras manos, vencer la tibieza y conformismo, miedos que nos acobardan e impiden afrontar la vida y nos comprometemos a pensar más allá de nuestras circunstancias individuales», concluyó.
Así mismo, el Papa Francisco les respondío que uno de los mayores tesoros de la tierra mexicana; tiene rostro «Ustedes tienen la riqueza, hay que transformarla en esperanza», añadió Su Santidad, sin poder continuar con su discurso debido a que los miles de jóvenes presentes saltaron con aplausos y gritos.
En la cuarta jornada pastoral del Sumo Pontífice en México, Francisco señaló que la familia es la primera escuela de la nación y es en la familia donde está la riqueza que tienen los jóvenes. Además, reconoció que cientos de jóvenes caen en seducciones irreales que llevan a la destrucción.
«Por eso nunca dejen de lado la familia, es la piedra de base de la construcción de una gran nación. Cristo desmiente todos los intentos fallidos, de no hacerlos inútiles o mercenarios de ambiciones ajenas. No se dejen tratar como mercancía, Jesús dio un consejo para esto, para no dejarnos excluir y desvalorizar, sean astutos como serpientes y humildes como palomas«, llamó.
En un ejercicio dinámico con los jóvenes participantes, les invitó en reiteradas ocasiones a repetir tres palabras que dijo, ayudarán a los jóvenes a no dejarse «desvalorizar«; fue así que a una sola voz, los miles de presentes gritaron «riqueza, esperanza y dignidad«.
Al término del mensaje, dejaron libres globos blancos que surcaron los cielos de la capital michoacana y representaron cada uno de los deseos, necesidades y peticiones que los jóvenes hicieron en su momento de reflexión.