— Aunque, reconoce, que es un trabajo difícil y que requiere de práctica, “te empieza a gustar y ya no lo dejas, esto ya no se deja”.
Alfredo Soria/ACG
Morelia, Mich.- El 21 de enero es el día internacional del mariachi, así se estableció desde el 2004 y 7 años después la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencias y la Cultura (UNESCO) lo reconoce como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Aunque no hay una versión oficial del origen del mariachi, se considera que surge en el municipio de Cocula Jalisco como un mestizaje cultural de los españoles y los indios Coca.
Los frailes franciscanos usaron la musica como método de evangelización y asi fue como empezó la integracion de la guitarra y violín con instrumentos indígenas (teponaztli, caracolas y flautas de carrizo) y posteriormente la vihuela mexicana, instrumento que le dio el sonido distintivo.
Después de la Revolución Mexicana pasó de ser música de fiesta de provincia a popularizarse en todo México y el mundo. En los años 50’s se incluyó la trompeta y se incorporó el traje de charro.
En el centro de Morelia, a una cuadra de la catedral, en la intersección de las calles Morelos Sur y La Corregidora se encuentra un sitio de matices, de día es una área comercial, mayoritariamente de electrónicos, y de noche de mariachis.
Joel Jacuinde, mariachi desde hace casi 30 años, refiere que dicha zona es conocida como “la plaza del mariachi”, también comenta que se ha vuelto un referente para los turistas.
Joel cuenta que durante la pandemia la pasaron mal pero que de a poco se han ido recuperando, pues los enamorados siguen acudiendo para dedicar serenatas.
Aunque les piden una gran variedad de canciones, las más solicitadas son Hermoso Cariño, Juan Colorado, Mariachi Loco, Caminos de Michoacán y Palomas Mensajeras.
Elíseo Cortes de 72 años de edad, cuenta que fue en su juventud ayudante de albañil, pero al tener problemas en su trabajo decidió cambiar de profesión, tomo una guitarra y de a poco y con mucha práctica se fue consolidando como mariachi.
Aunque es un trabajo difícil y que requiere de práctica constante ellos no se ven ejerciendo otra profesión “te empieza a gustar y ya no lo dejas, esto ya no se deja”, comenta Elíseo.