El Papa Francisco hizo una parada sorpresa en un monasterio de clausura en la mañana del domingo y recibió un regalo singular: un enorme ramo de rosas blancas.
El Papa dedicó varios minutos a saludar a todas las religiosas. «A la madre superiora le dijo que era una gran bendición que diéramos la vida y que rezáramos por la iglesia y por él».
El Santo Padre bendijo a las religiosas más ancianas y luego se acercó a las novicias. «Les pidió que aprendieran de las mayores a ser fieles. Después nos dijo que no nos olvidáramos de rezar por él y nos impartió la bendición».
Para esta religiosa, el providencial encuentro con el Papa ha sido una confirmación de su vocación. «Vale la pena sacrificar la vida, no estar en las cosas del mundo, sacrificarse en el claustro. El Papa se detuvo con nosotras, nos invitó a valorar nuestra vida, nuestra tradición, lo que son las monjas contemplativas y nos exhortó a la fidelidad».
«Acaba de terminar el Año de la Vida Consagrada y uno mira cómo la Iglesia espera tanto de nosotras. Él vino a reiterarlo con su visita».
El Papa rompe el protocolo y saluda a Monjitas de la VisitaciónEl #PapaFrancisco rompe el protocolo, se detiene a plena calle al ver a las Monjitas de la Visitación, religiosas de clausura, las saluda, las bendice y la gente enloquece de emoción
Posted by Yo Influyo on domingo, 14 de febrero de 2016