Periodismo amenazado desde Palacio Nacional | Carlos Monge

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LIBRE EXPRESIÓN… | Análisis

“Si nos quitan la libertad de expresión nos quedamos mudos y silenciosos, y nos pueden guiar como ovejas al matadero”. George Washington (1732 – 1799) Primer presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

El atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva es lamentable desde cualquier perspectiva, por lo que resulta extraordinariamente grave y miserable que, en medio de semejante crisis, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se sienta el único afectado.

Por increíble que parezca, el inquilino de Palacio Nacional ha insistido en persuadir que los responsables del ataque son sus enemigos, que intentan desestabilizar a su gobierno.

Antes ha señalado que mujeres organizadas para evitar la violencia de género o niños con cáncer que exigen los medicamentos que su gobierno ha sido incapaz de proveer, son manifestaciones para atacarlo a él, a su gobierno; así que el atentado a Gómez Leyva, no puede ser otra cosa, que otro ataque a López Obrador.

Vaya miseria de gobernante que tiene hoy nuestro México.

López Obrador sabe lo que sus palabras provocan y de lo que pueden ser capaces muchos de sus feligreses, así que al insistir en denostar a cuanto periodista hace su trabajo y devela la corrupción y fracasos de su gobierno, incita a la violencia.

Ha sido incapaz de aclarar con hechos y documentos cada señalamiento e investigación que han realizado y/o presentado los periodistas, en lugar de eso, ha optado por calumniar, denostar y ponerles un tírenle al blanco.

El atentado contra Ciro Gómez Leyva, sumado al asesinato y desaparición de periodistas en nuestra nación, es también un atentado a la libertad de expresión, un ataque más a la democracia, un acto para intimidar al periodismo. Desde esa lógica, López Obrador y su gobierno no son los más afectados, por el contrario, son los más beneficiados.

Está claro que el inquilino de Palacio Nacional desarrolla una guerra contra las instituciones, una búsqueda constante para debilitarlas y un peligroso gusto por los autócratas y dictadores.

México se mantiene como el país más peligroso para los periodistas. Sólo en lo que va del presente años han asesinado a 17 profesionales de la información, 12 de ellos directamente por su trabajo, como lo señala la organización no gubernamental Artículo 19.

Además, advierte que los actos de intimidación y hostigamiento contra periodistas han aumentado un 52% del 2016 a la fecha, y señala a las autoridades de todos los niveles y al crimen organizado como los principales agresores.

No hay registro de un año más letal para el periodismo mexicano, a la par que prevalece la impunidad. Es tan grave la crisis, que la organización Reporteros sin Fronteras informó que, en Ucrania, durante el 2022, se han contabilizado ocho muertes, conste, están en guerra.

Los asesinatos de periodistas y el atentado contra Ciro Gómez Leyva, sumados a la verborrea presidencial, obliga a reflexionar y preguntarnos como ciudadanos y periodistas ¿qué debemos y podemos hacer?

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.cmongem@hotmail.com