Morelia/Samuel Ponce Morales
Sabina Reyes y José Valencia desde hace más de un año viven en la capital michoacana; ambos, esposos, fueron obligados por un grupo de autodefensas a exiliarse de Tepalcatepec.
Si regresan los matamos, les advirtieron en ese entonces; lo extraño es que en ese grupo de autodefensas figuraba la hermana mayor de la primera, Juana, sí, la hoy comandante de la Fuerza Rural.
Los dos, quienes demandan la liberación del ex líder de las autodefensas, José Manuel Mireles, hablan de cómo su vivienda fue saqueada, aunque sus enemigos dicen que se trató de un auto robo.
Sin saber por qué fueron provocados a huir de su tierra, ella tiene miedo a expresarse libremente, temor al comisionado Alfredo Castillo Cervantes y a los hermanos Farías, donde, lamenta, mi hermana es incondicional.
Al contrario, Jesús, su esposo, quien no teme a sus decires sobre lo que pasa en Tierra Caliente, porque “tengo 70 años, si me matan me hacen un favor, ya no me falta mucho….”.
Para él no hay duda, los ex jefes de Templarios, hoy son de las Fuerzas Rurales, “¿a qué estamos jugando, pues, qué va a pasar cuando estos comandantes tengan el control no solo de Tepacaltepec….”.
No niega su priísmo, pero argumenta que no puede callar, “no puedo dejar de rebelarme, por todo o que está pasando; busco que esto se enderece”.
Considera que al interior de la Fuerza rural hay dos corrientes, una la que está al lado de gobierno y hace lo que este diga y otra que sigue animada por seguir de autodefensa, seguir liberando poblaciones.
Su esposa añora regresar a Tepeque. “Sé que el pueblo sigue mal, no hay condiciones pa regresar”, señala resignada.
