Morelia/Redacción
No hubo ningún interés periodístico en hablar del rechazo de la reforma energética y menos de la próxima elección interna de su partido político, solo el morbo de ver juntos a los tres aspirantes al venidero Gobierno del estado.
Y, ahí estaban, los tres perredistas: los diputados local y federal, Fidel Calderón Torreblanca y Silvano Aureoles Conejo, respectivamente, y el Senador Raúl Morón Orozco; en medio, el líder estatal, Carlos Torres Piña.
Los tres hablaron del PRD demócrata, más que el PRI y más que el PAN, solo que el primero en forma inhibió abrir siquiera la posibilidad de que ese procedimiento con lleve a la designación del candidato al Solio de Ocampo.
Él, Silvano, se refirió que la candidatura debe girar en torno a un proyecto político, ellos, Fidel y Raúl, coincidieron pero aderezado con una elección interna abierta a la militancia y hasta a la izquierda.
No, no hubo roces, ni signos de un rompimiento abrupto por ese tipo de posiciones adoptadas desde hace tiempo, desde que las encuestas políticos electorales están a favor de Silvano y en contra de Fidel y de Raúl.
Hoy, por lo pronto, no hay acusaciones mutuas, sobre todo de derroche de recursos, pero si hay una unidad endeble, pendiente de un hilo que cualquier instante puede romperse.