La aburrida sesión congresista

Jesús Valencia
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Zitácuaro/Jesús Valencia Farías

El legado histórico en la lucha militar e ideológica de la  independencia de México y el establecimiento del primer gobierno propio como nación mexicana se rememora a hace 203 años en lo que en aquel entonces era la villa de Zitácuaro en Michoacán, después de que se organizara el poder político de insurgencia iniciado por  el cura y Padre de la Patria Miguel Hidalgo.

En la conmemoración del 203 aniversario de la Suprema Junta Nacional Americana, miembros de todos los sectores sociales del estado se dieron cita en la escuela secundaria  federal no. 1, Nicolás Romero, donde en sesión ordinaria los legisladores locales sesionaron en dos ocasione;  sin embargo, en el camino de la capital michoacana a esta ciudad, pese a la neblina, se podían admirar los enormes e impresionantes acantilados.

En la primera sesión congresista se designaron a los nuevos alcaldes sustitutos michoacanos de Aguililla, Lázaro Cárdenas y Tacámbaro, quienes rindieron protesta ante los propios legisladores locales y los invitados de honor, entre ellos, el gobernador Salvador Jara Guerrero y el comisionado Alfredo Castillo Cervantes.

Aun así, previo a la primera sesión, a la ordinaria, algunos diputados de izquierda se mostraron opuestos a la misma, al manifestar que era inconstitucional, porque se efectuaba fuera de la sede oficial que era la ciudad de Morelia y, finalmente, al no obtener eco, solo demandaron que su postura quedara asentada en el acta oficial.

Y mientras, esos opositores de la izquierda partidista, defendía su oposición en la improvisada tribuna parlamentaria,  algunos de sus pares no evitaban reír, aunque entre los asistentes, los más jóvenes aplaudían sus intervenciones. Entre los presentes, entre los de abajo y los de en medio, socialmente hablando, sobresalía la presencia de mujeres indígenas, ancianos y hasta una rubia que entre los discursos optaba por dormitar, pero era evidente el jugueteo de los pequeños infantes.

La primera sesión que había comenzado a las 10 am, cuando arribaron los adolescentes de escuelas secundarias, pero antes de concluir, por aburridos y acalorados, un enorme e inesperado  contingente empezó a desertar. Luego, vino la sesión solemne, en la cual los llamados representantes populares entregaron el par de preseas Condecoración Suprema Junta Nacional Americana a dos aprobados por unanimidad, otorgados a la propia secundaria Nicolás Romero y al ex gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí.

Entre os invitados especiales se podía observar también al magistrado presidente del pdoer judicial del estado, Juan Antonio Magaña de la Mora, incluso al alcalde de Morelia, Wilfrido Lázaro Medina, y hasta aspirantes a la próxima gubernatura como al perredista, y originario de este lugar, Silvano Aureoles Conejo, aunque también el segundo, de extracción priísta, aspira a igual cargo, a la par del delegado federal de Sedesol Víctor Silva Tejeda.

Y, al final del acto protocolario, donde los discursos fueron sobrios, sin novedad alguna, decenas de personas felicitaban al ex gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí, el propio Silvano Aureoles Conejo optó por la inmediata retirada, a diferencia del mandatario estatal y el represente federal quienes prefirieron la charla informal, en tanto que el secretario de Gobierno, Jaime Darío Oseguera, departía a diestra y siniestra. De ahí, a la otra reunión, a la gastronómica.