“La Tuta”, la clave

Especial
Comparte

Morelia/Redacción       

El caso del encuentro entre Rodrigo Vallejo Mora, a quien se ve relajado y hasta tomando cuando tres cervezas, Servando Gómez “La Tuta”, el cual se nota serio, preocupado, tomó un giro inesperado cuando el primero declara públicamente su inocencia, mientras que su hermano Fausto y su padre Fausto Vallejo Figueroa, a diferencia de otra veces, uno se deslinda y el otro, esta vez, solo le da el beneficio de la duda.

Más aun, el Gobierno federal que se ha mostrado ambiguo en el tema, jugaba a que, de un momento, a otro declararía Rodrigo Vallejo y este lo desmiente, pero que lo haría en el momento que lo demande la propia Procuraduría General de la República (PGR), lo cual, finalmente, se dio a través de la subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizado (SIEDO).

Y se dio esa cita, ante la indudable presión de los sectores sociales, a través de los medios de comunicación, que claman el esclarecimiento puntual del caso a la PGR que una y otra vez  ha subrayado que fotografías y videos son apenas indicios de una investigación, no evidencia contundente para iniciar una averiguación previa.  

Hasta el momento, a diferencia de las autoridades federales, para el imaginario social, para la mayoría ciudadana, bastan las imágenes recreadas en la reunión entre el hijo del gobernante y el líder de Los Caballeros Templarios, para que no haya duda alguna, el primero es simple y llanamente culpable y que, sin mayor burocratismo, su padre y otras figuras públicas deben ser indagados a fondo.

Por eso, para no caer más en sospechas, sobre todo en una eventual negociación para que Rodrigo Vallejo Mora no sea enjuiciado y encarcelado, a cambio del retiro de su papá del Solio de Ocampo, el Gobierno federal debería estar en una constante y permanente búsqueda de “La Tuta” -la cereza del pastel que llegó a llamar el comisionado federal Alfredo Castillo Cervantes- hasta lograr su captura.

Por lo pronto, está en juego, sigue en juego, la credibilidad de las instituciones, en especial las de procuración de justicia, en todos los niveles, y aún más la figura del Presidente de la República Enrique Peña Nieto está en juego.