Morelia/Redacción
La tercera ordinaria del Consejo Municipal de Seguridad Pública en Morelia, fue una sesión de no pero si o viceversa. Por un lado, en la reunión, se reconoció que en la capital michoacana aún hace falta una mejor seguridad y por el otro se habló de una baja en la percepción de inseguridad.
En el encuentro de funcionarios de los tres niveles de gobierno, donde el discurso de justificaciones fue horizontal, hasta sin pena se pidió a la población a dejar atrás el mito de que “para qué denunciamos, sino pasa nada”.
La denuncia, se dijo, es indispensable para que la autoridad esté obligada a actuar en contra quienes delinquen; y se convocó a la ciudadanía a confiar en su gobierno y presentan sus demandas, sus quejas, sus denuncias…
Ahí, en pleno centro de la ciudad, donde después de las nueve de las noches, la presencia policiaca desaparece, se trató de resaltar hasta con cierta rima que “los tres órdenes de gobierno no han bajado la guardia en acciones efectivas que han alcanzado resultados positivos”.
Y, si bien el mando policial unificado, en manos externas al gobierno local, en los hechos no ha desequilibrado a favor los delitos del fuero común, asaltos a mano armada y robos, al final, el alcalde es el que da la cara, el que tiene que dar la cara.
También la sesión se dio tiempo para el protagonismo fugaz, como el de la firma del convenio de las autoridades municipales con la presidenta del llamado Observatorio Ciudadano para el Sistema de Indicadores, Iskra Tapia Trejo.
