Morelia/José Manuel Alvarado
Cada uno con un talento diferente pero con algo que los asemeja, su don artístico desde niños. El primero por la literatura. Francisco Miranda Godínez de Yurécuaro. Escritor. Reconoce que desde niño tuvo amor por la historia de su pueblo y después de México. Viajó a Europa a estudiar. De ahí, resultó su tesis sobre la vida de Don Vasco de Quiroga.
Su interés por las culturas indígenas lo hizo trabajar y escribir por años en lugares como Ocumicho. También hizo trabajos a los cultos. “Culto a la Virgen de Guadalupe”, y a la Virgen de la Esperanza de Jacona. Muchas veces conferencista.
El segundo, José Agapito Tiburcio Secundino Faustino, nacido en San Andrés Zirándaro, Quiroga en 1927. Músico. Compone pirécuas desde chico y hasta la fecha, dice, con mucho corazón. Su maestro, José González, quien lo orientó al solfeo y le enseñó a tocar el clarinete y la flauta de carrizo. Canciones como: “Male Tomaza”, “Celosa”, “Elvirita”, entre otras, han sido parte de su vida.
Dirigente de la banda de San Andrés, que con sus 18 integrantes han alegrado a la región lacustre. Además, compositor de las primeras canciones en purépecha cantadas en una misa católica. Sus hijas lo consideran, un ejemplo de humildad.
Y el tercero, Mario Agustín Gaspar Rodríguez, nacido en Pátzcuaro en 1950. Artesano. Desde niño, su maestro de la primaria, Francisco Reyes le enseñó en el taller de manualidades a lijar piezas de madera.
Aprendió los colores e ir al cerro a fondearlas. Después conoció a Carlos Álvarez. Él lo enseño a laminar el oro. Aprendió a laquear y la técnica del ´maque´. Tras un proyecto, rescató la técnica pasta de caña de maíz.
Ahora, en un local de la Casa de los once patios, vende artesanías, piezas que puede hacer con las tres técnicas que domina. Su esposa e hijos, están muy orgullosos del legado artesanal que les ha heredado.
Esta terna fue galardonada con el Premio Estatal de las Artes “Eréndira” 2015, el máximo reconocimiento que otorga el gobierno del estado al arte.
El Teatro “Melchor Ocampo” lució como escenario. El Secretario de Cultura, Salvador Ginori Lozano, rompió los protocolos. Expresó que pensaba tener un discurso escrito, pero que no le gusta traer nada escrito, “ya me irán conociendo”, yo soy un trabajador más, un compañero, no un funcionario.
Con su encomienda de mejorar la cultura en el estado, dijo que hay que caminar juntos, seguir el ejemplo de los galardonados, tener paciencia y “trabajar como hermanos para la reconstrucción de Michoacán”.
La orquesta “Tata Vasco” interpretó el tema compuesto especialmente para la ocasión. “Eréndira” del maestro, Hugo Kunis Fabián. Como suele pasar en la mayoría de los presídiums, los integrantes cuchicheando mientras los violines, guitarras y el contrabajo acompañaban a dos cantantes con sus trajes típicos.
Las semblanzas de cada uno se proyectaron en video. Cada uno recibió de manos del gobernador, Silvano Aureoles, su reconocimiento y una presea que les colgó después de abrazarlos. José Agapito, subió acompañado de su esposa Maclovia Margarita, ella muy feliz. Con sus trenzas casi todas blancas. Su vestido purépecha azul. Con sus pasos cansados, ayudados por un familiar, llegaron ansiosos y orgullosos de recibir la condecoración.
Mario Agustín, también subió con su esposa Beatriz Ortega, con quien lleva 36 años de casado. Ella siente los logros de su esposo como suyos. Sus hijos, agradecidos con sus padres por sacarlos adelante y enseñarles que en las manos de los artesanos está la historia de los pueblos.
La representante del Consejo Técnico del Sistema Estatal de Creadores, Eva Echeverría, dijo que ya son 31 los ganadores de este premio estatal “Eréndira”.