Si bien es cierto que la situación de las finanzas públicas michoacanas ya no es tan grave como en el 2013 –derivada de las secuelas de los gobiernos perredistas y parte del último priísta- , sigue siendo preocupante. Por eso resulta más que necesario una nueva reestructura financiera, en especial de la deuda bancaria, lo cual no quiere decir necesariamente pedir más…