Morelia, Mich. | Acueductoonline.- “Yo no estoy dispuesto a permitir que mi Estado natal, a Michoacán, donde tengo muchas pruebas de la injerencia del crimen organizado para inducir la votación a favor de los candidatos del partido del presidente, a que regrese el narcogobierno, dijo el gobernador Silvano Aureoles Conejo a periodistas de Estados Unidos.
En conferencia de prensa, realizada en el vecino país del norte, señaló que, sin embargo, el riesgo mayor es que es un atentado a la libertad ciudadana lo que está sucediendo y es un tema de seguridad nacional.
Y es que, aclaró, yo no ando litigando una elección, no fui candidato, no soy líder partidario, no soy el abogado de la elección, no soy representante de ningún partido político, lo hago en mi calidad de ciudadano y en mi condición de gobernador que alertó sobre la pérdida de la libertad ciudadana cuando grupos armados amenazan y obligan a la gente a votar por el partido que ellos han escogido, por el candidato que ellos han determinado.
“Eso es un atentado a la libertad ciudadana, pero por el otro lado está en riesgo la seguridad nacional, no es un tema electoral, es un asunto de seguridad nacional y se convierte, en consecuencia en un tema de seguridad regional por el papel tan relevante que juega México en el continente americano”, subrayó.
Afirmó que Morena se ha convertido en un narcopartido o por lo menos en el instrumento del crimen organizado para controlar los territorios en México y controlar gobiernos municipales y gobiernos estatales que les permitan libremente realizar sus actividades delincuenciales, controlando a las policías, controlando la obra pública, controlando las finanzas de los gobiernos.
Y, continuó, en la geografía política es muy claro que se les deja a manos anchas para que lleven a cabo operaciones que lesionan, que lastiman la vida social, la paz, la tranquilidad, porque tienen aterrada a la población con sus métodos crueles e inhumanos en función en la búsqueda de alcanzar sus objetivos no les importa cometer atrocidades que los convierten, en mi juicio, en grupos terroristas, porque lo que hacen es sembrar el terror.
Es un asunto muy grave, terriblemente grave, porque el presidente de la República en México implementó una estrategia a partir del 2018 de “abrazos y no balazos”; acusó durante 20 o 18 años a los demás gobiernos de haber provocado la violencia, de haber desatado la violencia:
1.- Acusó a Felipe Calderón en su momento de tener las manos manchadas de sangre por haber “picado al avispero” y después no saber qué hacer, nada más que en el periodo de Calderón, en su primer tramo de 30 meses, hubo 30,000 asesinatos vinculados a la delincuencia organizada.
2.- En el mismo periodo de 30 meses de Enrique Peña Nieto hubo 42,000 asesinatos, todas son cifras oficiales.
3.- Igual en ese periodo de 30 meses López Obrador lleva a su cuenta 92,000 asesinatos vinculados al crimen organizado.
Esta cifra es de hace ocho días del Sistema Nacional de Seguridad son cifras oficiales, cifras del propio gobierno de la República.
Ponderó que otros hechos que me parecen a mí relevantes pero sobretodo graves, es que el presidente de la República al día siguiente de la elección salió en su conferencia mañanera a agradecerle y reconocerle a los grupos criminales que se hayan portado bien.
Mi conclusión, resumió, es que les agradece porque se portaron bien, porque votaron por su partido y por sus candidatos, esa es una confesión muy grave para la democracia de México, confiesa además que él ordenó la liberación de Ovidio Guzmán, y con la de este sábado, será su tercera visita a la mamá del Chapo Guzmán en Sinaloa. Me imagino que va a darle las gracias por el apoyo obtenido.