Apatzingán/José Manuel Alvarado
La visita al corazón de la tierra caliente de Michoacán, ya era de por sí, algo que llenaba de incertidumbre por reconocer al municipio que normalmente sale en los medios de comunicación con una pinta de perplejidad por la falta de seguridad pública.
Como era de esperarse, un retén de la policía federal entre Nueva Italia y su vecino municipio, y otro militar llegando al lugar donde se promulgó la histórica Constitución de 1814.
Sólo estando ahí, entiendes por qué se conoce como la región de tierra caliente. Los 33 grados a la sombra derretían hasta al más acostumbrado a ese clima. Faltaban escasos minutos para que iniciara un evento en el que arrancaría el nuevo programa del gobierno estatal, Palabra de Mujer.
Se fueron ocupando las sillas en su mayoría por mujeres. También había uno que otro señor y niños por todos lados. Hasta ese momento el calor era aún soportable. Sólo una malla color negro que cubría parte de la Plaza de los Constituyentes, servía de para sol. El Conjunto de Arpa “Los Caporales” amenizó la espera con sones calentanos. Pero hasta ellos, después de varias balonas pidieron agua para refrescarse.
Pasaron 45 minutos después de la hora pactada para que arribaran las autoridades estatales y municipales. Los folletos que tenían como finalidad proporcionar información para la gente, se convirtieron en sopladores de aire.
De manera sorprendente, la banda de guerra y la escolta del Instituto Tecnológico Superior de Apatzingán, se mostraron parados, listos en sus lugares durante todo ese tiempo con el traje típico de cuero.
La primera visita como gobernador de Silvano Aureoles a Apatzingán y el cuarto municipio visitado en 15 días de haber tomado protesta.
Se sentía bien planeada la visita, ya que mató dos pájaros de un tiro. Del lado derecho de la Plaza sillas, stands, un templete con una lona representativa del arranque del programa Palabra de Mujer. En la otra parte de la Plaza, otro templete, sillas y una lona representativa de la Firma del Mando Único.
Las participaciones al micrófono fueron muchas y cada una extendiéndose como si estuviéramos en un salón con aire acondicionado.
Se podía notar como entre pláticas con el alcalde César Chávez de su lado derecho, y de Fabiola Alanís, Secretaria de la Mujer de su lado izquierdo, Silvano se limpiaba el sudor de su frente en su pantalón.
Hasta entonces aparecieron como los espejismos en el desierto, las botellas de agua que se repartieron al público en general. Ya varios se habían parado a comprar un raspado o tejuino para atemperar la sed.
Por un lado, el alcalde apatzinguense agradeció la presencia del gobernador. Tartamudeó varias veces. Nervioso o acalorado, pero fue evidente su tartajeo al micrófono que en una ocasión se ganó la risa de varios incluyendo a Silvano Aureoles.
Posterior a ello, Isabel Cruz Hernández, directora general del AMUCSS (Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social), dio una cátedra de cifras y datos durante mucho tiempo. Fue la que más tardó. En tono muy bajo pero consecutivo, se oían silbidos que significaban que ya le cortara, mientras un niño tronó un globo que dejó ver, que a pesar del cerco de seguridad que se implementó, Silvano fue el primero en voltear confundido por el ruido que se asemejó a una explosión o detonación de arma; en fin, a muchos espanta un tronido de un globo.
Tocó el turno de la secretaria de la mujer, que de manera muy política, pero hablándole de tú al gobernador, quiso reanimar el ambiente saludando a las mujeres que se habían dado cita de diferentes lugares de la región.
“¿Dónde están las de Gabriel Zamora? Las de Mújica, Nuevo Urecho, Buena Vista, y por su puesto las de Apatzingán”, con una respuesta mínima de parte de las presentes.
Entre otras cosas, invitó a los apatzinguenses a promover y sensibilizar sobre una cultura de paz.
Para cerrar con broche de oro, después de haber firmado el convenio para la inclusión financiera de la banca social en el estado, el mandatario estatal, ahora con su guayabera blanca y sin el moño rosa representativo de la prevención del cáncer de mama, después de hablar de programas referentes al apoyo a las mujeres, anunció que envió una carta a la nunciatura apostólica, representación del Vaticano en México, para que el Papa Francisco incluya en su agenda a la región de tierra caliente, que seguramente sería Apatzingán en febrero del próximo año. Hecho que sí alegró a los presentes y aplaudieron entusiasmados por esa noticia, tal vez, para muchos, la mejor del día.
