Morelia/José Manuel Alvarado
Con un cielo nublado, arribaron autoridades municipales, estatales y federales al Jardín Morelos para dar inicio a la ceremonia cívica conmemorativa al 250 aniversario del natalicio de José María Morelos y Pavón.
Todo perfectamente acomodado y organizado, los funcionarios sentados en sus lugares reservados, representantes de los tres poderes del estado e invitados especiales. Tarimas para los camarógrafos y en sus lugares listos también los músicos encargados de entonar notas para el evento.
Ese fue el marco con el que empezó tan importante programa memorable al Siervo de la Nación.
El orador oficial del evento fue el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, quien a 30 días de haber tomado posesión, mostró uno de los mejores discursos que ha hecho en sus apariciones en público con una participación casi perfecta.
Sin embargo, en sus últimas líneas enfatizó “Hoy, a más de dos siglos y medio de su nacimiento las ideas y espíritu del Siervo de la Nación están más vivos que nunca. Morelos es y será siempre, el más ilustre de los michoacanos quien vislumbró antes que nadie el estado mexicano y luchó hasta la muerte por alcanzarlo”.
El alcalde moreliano tomó aire para cerrar diciendo: “Que esta fecha pues, sea el momento idóneo para refrendar los votos de libertad, de igualdad y de justicia que marcó el Siervo de la nación y con ellos la determinación de trabajar para el bien de la nación y la constitución de los more… y la construcción del Morelia que todos queremos. ¡Que viva Morelos! ¡Que viva Morelia! y ¡que viva México!
Entre los aplausos, un integrante de la Banda Sinfónica de Aliento de Seguridad Pública comentó: “Gran discurso pero no sabe que no hay presupuesto… y exclamó, ¡Que viva el dólar!
Tocó el turno de la participación del Coro Peregrino de Morelia, que deleitó a los presentes con una bonita y creativa canción dedicada a Morelos. Seis niñas, una mujer y el profesor Mario Enrique Vega, captaron la atención de casi todos los presentes, a excepción del gobernador Salvador Jara, que se la pasó distraído durante todo el evento y precisamente en ese momento cundo las estrofas del coro cantaban: “que jamás se sufra por discriminación y que nadie padezca más de hambre. Vivamos con buenos gobernantes electos sólo por el pueblo”, Jara Guerrero desinteresadamente platicaba con quien tenía a su lado.
La maestra de ceremonias, pidió a las autoridades correspondientes dirigirse al Monumento Ecuestre del generalísimo Morelos para depositar una ofrenda floral y montar una guardia de honor acompañado del toque de 3 Dianas por la Banda de Guerra.
Al regreso a sus lugares, durante su andar, con el silencio perfecto y la atención de todos, se oyó una voz que dijo: “Poncho, ya caminas como el Bronco hijo”, lo que levantó varias carcajadas como no queriendo.
Bajo la dirección de la Banda Sinfónica de Aliento de Seguridad Pública, se entonó el Himno Nacional Mexicano con sus cuatro estrofas y un estribillo. Nuevamente se comprobó que el presidente de la Mesa directiva del Congreso Local, Raymundo Arreola, no se sabe, o no le gusta cantar la quinta y sexta estrofa, sino hasta la última estrofa es cuando vuelve a retomar el canto.
Fue así como terminó el evento protocolario en memoria del ilustre José María Morelos y Pavón, nacido aquí, en el jardín de la Nueva España, como él mismo llamó a esta ciudad.