Normalistas, ni siquiera una mentada

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Morelia/Redacción

De nuevo, los normalistas se movilizaron en la céntrica avenida Madero y no solo tomaron cinco arterias urbanas de su “corazón”, sino lucieron sin recato alguno menos de una decena de autobuses de pasajeros que secuestraron y sin más mantienen en su poder.

Los jóvenes estudiantes, cientos de ellos, salieron otra vez a las calles y nadie los detuvo o al menos nadie los contuvo; algunos iban hasta con pañoletas en el rostro, ocultando la mitad de la cara, y algunos de los algunos con armas de madera en mano.

Ahí, entre el Palacio de Gobierno y la Catedral moreliana no pedían, exigían la limpia de decenas de expedientes judiciales en contra de ellos, los normalistas, como si supieran que la impartición de justicia puede ser también doblegada con manifestaciones.

La otra gente, los ciudadanos de a pie, pasaba entre los inconformes, y nos causa ni sorpresa y menos admiración de la lucha normalista; caminaba a grandes zancadas, tratando de esquivarlos lo más rápido posible; tampoco mentaban madres, vamos ni siquiera un gesto de desaprobación, solo la resignación a cuestas.