La ya extinta LXXII legislatura michoacana se va con más pena que con gloria, en medio de serios cuestionamientos de irregularidades en las decisiones de reformas y nuevas leyes, así como en la designación de magistrados y consejeros en diversas instituciones, pero lo más lamentable es que la gran mayoría de los diputados locales es creer que hicieron bien su trabajo, ni un pizca de autocrítica…