El caso del líder de autodefensas de la sierra costa Cemeí Verdía está lleno de excesos; primero los excesos fueron de él, quien a su ver y con las armas en la mano, prácticamente determinaba el rumbo en Aquila, después la procuración de justicia en el estado en sus iniciales endebles argumentos para encarcelarlo y luego el arribo de un abogado que le gustan los reflectores…