Morelia/Redacción
En México, un país en donde las amenazas y las agresiones son noticia todos los días, el cese del entrenador nacional de futbol, Miguel Herrera, envía un mensaje que trasciende las canchas: la violencia no es el camino es un mensaje que trasciende las canchas y evidencia uno de los mayores problemas que vive el país: la violencia. sobre esto publica Reporte Indigo un reportaje especial, aquí el texto íntegro:
Hoy en México la agresión sigue siendo una forma de conseguir lo que uno quiere.
Las imágenes de un ‘Piojo’ enfurecido encarando y golpeando al comentarista deportivo Christian Martinoli, y de su hija haciendo lo propio al exfutoblista Luis García, son el espejo de los cientos de atropellos que diariamente se ven en el país.
Son los maestros amagando con suspender clases si el gobierno no accede a sus peticiones…
Son los policías cuestionados por abuso de autoridad…
Son los manifestantes destrozando todo a su paso, arropados en la legitimidad de su causa…. Son cada uno de los golpes que día a día vivimos los mexicanos.
Por eso, la expulsión del Piojo ocupó las mesas de análisis, las portales de noticias, los muros de Facebook y los timelines de Twitter. No es que ya no importe el precio del dólar ni que sean menos significativas las reservas de petróleo. Es que en esas acciones nos vimos reflejados todos.
La respuesta de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) no podía ser otra. Aunque la presión social y –por supuesto económica– que enfrentó el organismo debió hacerle más fácil la decisión.
Decisión que muchos esperaban desde los mediocres resultados del equipo nacional en los recientes torneos y la baja eficacia del equipo, lo que ya amenazaba la credibilidad una Selección Nacional que genera millones de dólares.
Pero al final no fue la mala actuación de la Selección Nacional en la Copa América y Copa Oro lo que causó el cese de Herrera como técnico nacional, sino su actitud agresiva y poco tolerante.
“La violencia no cabe en la sociedad, en la familia y mucho menos en ningún deporte. Nadie que quiera imponerse con agresiones y no con ideas y conceptos sobre el principio de la libertad de expresión puede ser miembro de la Federación Mexicana de Futbol”, leyó Decio de María en la rueda de prensa en la que se oficializó la salida del entrenador nacional.
De María, quien a partir del próximo sábado 1 de agosto será el nuevo presidente de la FMF, recurrió al llamado código de ética para sustentar la decisión que, según sus declaraciones, se tomó junto a los dueños de los 18 clubes de la Liga MX.
“A pesar de una carrera extraordinaria y llena de éxitos tanto en la cancha como en la dirección técnica, los resultados no pueden ponerse por encima de nuestros estatutos, reglamentos, respeto y la libertad de expresión”, añadió el dirigente.
El mensaje debería escucharse más allá de las canchas de futbol.
La polémica continúa
El exfutbolista y ahora analista de Televisión Azteca, Luis García, quien fue agredido por la hija de Miguel Herrera en el aeropuerto de Filadelfia, señaló que otros integrantes de la Selección Mexicana de Futbol, demostraron una pésima actitud.
“Tenemos futbolistas mínimos, diminutos y pequeños en la cuestión futbolística también diminutos y pequeños en alma y mente, existen futbolísticas que no pueden ser mandamases en la selección porque no tienen la capacidad, no tiene la jerarquía para hacerlo. La selección nacional de pronto ya es secuestrada por muchos, por muchos torpes”, señaló el exjugador de Pumas en el programa Deporte Caliente de TV Azteca.
Apuntó específicamente a Paul Aguilar, quien aseguró que el día del incidente decía: “Hay tiro, hay tiro”.
“Y esta sonrisa socarrona, medianita, tuya Guillermo Ochoa, que eres un portero para mi mediano, desde cualquier punto de análisis, pero mucho más mediano en otros sentidos, esa sonrisita que tuviste durante todo el viaje de Atlanta a Filadelfia, festejando esta histeria, ese tipo de personajes no pueden estar en la Selección Nacional”, dijo García.
En su mensaje, el comentarista también arremetió contra los hermanos Jonathan y Giovani Dos Santos, quienes minutos después de la agresión de Herrera hacia Martinoli, publicaron tuits de apoyo a su entonces entrenador.
“Qué decir lo de los hermanos Dos Santos. Cuando tu pones un par de tuits, grotescos, confirmas lo que mucha gente dice penosamente, que el futbolista mexicano no piensa. Una muestra perfecta de una nulidad intelectual, tu no puedes aplaudir una agresión, aunque sea tu entrenador, aunque sea tu cuate, aunque sea el tipo que te haya puesto de titular”, añadió García.
Piojo con ‘mecha corta’
Los arrebatos violentos de Miguel Herrera no son nuevos. Desde que era jugador, el “Piojo” era conocido por tener “la mecha corta”.
Los incontables altercados con jugadores rivales, técnicos e incluso aficionados no son desconocidos.
Cuando jugaba, los árbitros necesitaban tener las manos cerca de los bolsillos de las tarjetas porque de antemano sabían que las iban a necesitar.
Quizá nadie mejor que el hondureño Dolmo Flores sepa de este exceso de carácter del ahora extécnico nacional.
Era 1992 y México se preparaba para asistir al Mundial de Estados Unidos. Miguel Herrera presumía ya una alborotada y rebelde cabellera, aunque tenía muchos kilos menos.
En entrenador de la Selección era Miguel Mejía Barón. Herrera compartía la cancha con una camada de grandes jugadores: Jorge Campos, Claudio Suárez, Ramón Ramírez, Ignacio Ambriz, Alberto García Aspe, Benjamín Galindo, incluso el mismo Luis García.
El Tri se enfrentaba a Honduras en las eliminatorias. Estaban en el Estadio Azteca.
Herrera marcaba por la banda izquierda a Flores, un rápido jugador que podía poner en peligro al equipo mexicano.