54 años del asalto a Cuartel Madera

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Morelia/ Nancy Herrejón

Este  23 de septiembre se cumplieron 54 años del asalto al Cuartel Madera, Chihuahua. Fue el primer operativo guerrillero realizado en 1965, después fueron surgiendo en México gran cantidad de grupos guerrilleros como las Fuerzas de Liberación Nacional (antecedente del EZLN), el FUZ, las FRAP, los Comandos Armados, los Guajiros, el MAR, el Partido de los Pobres de Lucio Cabañas, la lucha de Genaro Vázquez, la Liga 23 de septiembre y muchos otros.

El movimiento armado de Madera 1965 tiene detrás el movimiento campesino encabezado por la Unión General de Obreros y Campesinos de México (UGOCM) desde por lo menos una década antes. La lucha incluso se puede rastrear hacia atrás en el pasado, hasta Francisco Luján Adame, dirigente cuyo asesinato por parte de los guardias blancas de los caciques-empresarios serranos indignó a los campesinos.

El antecedente armado, previo a Madera 1965, fue un incidente en el Ejido Santa Rita, municipio de Temósachi, contra el cual se dio la amenaza de que los ejidatarios iban a ser desalojados. La dirigencia de la UGOCM no podía dejar que sucediera ni un solo desalojo, porque sentaría un precedente funesto para la causa, y eran acciones que el Gobierno podría empezar a generalizar en todas las comunidades.

Así que se preparó en Madera un contingente de campesinos que se fueron a Santa Rita, pero que recibieron la orden de acudir armados, para enfrentar lo que se presentara. Por fortuna, el enfrentamiento se pudo conjurar, y como se dice, el agua no llegó al río.

Los luchadores que tomaron la decisión suprema de enfrentar desventajosamente con las armas a un destacamento del Ejército, no estaban separados, no constituían una fracción escindida de la corriente principal de la organización, aunque sí tuvieron una apreciación distinta a la de sus compañeros, y en un momento dado prefirieron actuar por cuenta propia.

Ese 23 de septiembre, el grupo integrado por 13 personas y comandados por Arturo Gamiz, Pablo Gómez y Salomón Gaytán, intentó sorprender a los soldados de la guarnición. Iban mal armados, al rayar el alba, irrumpieron a tiros.

El asalto fracasó y provocó una represión muy fuerte y sangrienta. Fueron muchos los factores que influyeron en la derrota, tal perece que un militar que los estuvo entrenando era un infiltrado que denunció los preparativos, lo que hizo que se incrementara la presencia militar en el cuartel; algo que no supieron a tiempo los guerrilleros.

El grupo encargado de llevarles suficiente armamento no pudo llegar por el mal estado de los caminos, inundados por desbordamiento de algunos ríos;otro grupo que se dirigía a participar no llegó porque al parecer perdió el contacto.

El saldo fue de ocho guerrilleros muertos, cinco más que alcanzaron a escapar, seis militares caídos, diez heridos. Actualmente viven Francisco Ornelas y Florencio Lugo y una memoria histórica que se va enriqueciendo con los años, y que año tras año se revalora.