Morelia / Nancy Herrejón
Este 23 de septiembre se cumplieron 66 años de la muerte de Pablo Neruda, uno de los poetas y escritores más influyentes de la literatura universal; y cuya obra sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas, poetas y lectores.
Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto era su verdadero nombre, nació un 12 de julio de 1904 en Parral, Chile. Fue hijo de un obrero ferroviario y de una maestra de escuela, esta muere al mes del nacimiento de Neruda; así que su padre José del Carmen Reyes contrae segundas nupcias y se mudan a Temuco, lugar que lo marcaría poéticamente.
Desde muy joven comenzó a publicar artículos y escritos en periódicos de Temuco, en 1919 conoce a Gabriela Mistral, encuentro que lo influyó en cuanto a su inclinación por la literatura y los clásicos rusos.
Su seudónimo a bien no se sabe exactamente a quién es, las versiones que existen dicen que es en honor al poeta checo Jan Neruda y otros a un personaje de Arthur Conan Doyle una violinista llamada Norman Neruda, lo empleó a partir de 1920, ya que su padre se oponía a su vocación literaria.
Fue acusado de agente soviético por sectores de la derecha y de burgués y sibarita por sectores de la izquierda. Fue cónsul, senador y embajador y también un exiliado y perseguido político. Se definió asimismo como un hombre de una sola mujer pero se casó tres veces y tuvo incontables amantes y amores dispersos por todo el mundo.
En su poesía abordó temas trascendentes, indagó sobre la vida y la muerte, el amor y el olvido; más no dejó de lado los temas cotidianos y sociales. Sus poemas representan un hito en la historia de la literatura.
Pablo Neruda fue gran amigo de Salvador Allende, cuya pérdida lo afecto en demasía. Neruda muere a los pocos días del golpe militar en Chile, tras aplicarse una inyección no programada y precisada, de ahí el halo del misterio de su muerte.
Si bien, Neruda fue el hijo que uso un seudónimo para no hacer afrenta a su padre y su negativa de su vocación de poeta; el esposo y amante de una mujer y de todas; el amigo cauteloso escribiendo cartas desde los vientos secretos de un cuarto, el hombre de lo cotidiano y lo sencillo, fue el poeta que escribió con permiso del olvido.