“Encontré puras historias de horror, de miedo, de abandono, de silencio, y me quedó clarísimo que Tamaulipas no es Michoacán, es una zona de disputa entre dos cárteles, el de los Zetas y el del Golfo , y los ciudadanos (…), yacen ahí, en medio, a merced”:
Juan Pablo Becerra Acosta, periodista.