Morelia/Acueducto
Desde el 8 de noviembre de 1971, los empleados y servidores públicos de Berkeley, tienen prohibido colaborar con las autoridades federales de migración de los Estados Unidos.
Sin embargo Berkeley no es la única ciudad, también california, además de varios estados: Oregon, Illinois, Vermont, Nueva Yersey, son clasificados como ciudades santuario, sitios en los que los migrantes no son deportados por su condición de ilegales.
Esta iniciativa comenzó con las iglesias, que refugiaban a los migrantes dentro de sus instalaciones.
Durante la administración del expresidente Barack Obama, las ciudades santuario tuvieron un crecimiento, pues se oponían a la separación de las familias.
El actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado a estas ciudades con retirar el presupuesto federal asignado para la seguridad pública, argumentando que los indocumentados son delincuentes y las ciudades que los protegen sus cómplices, por lo que se les sancionará al quitarles los fondos para seguridad.
Sin embargo, tribunales han fallado a favor del estado de California, el cual demando a la administración de Trump para que cumpla con la obligación de presupuestar proporcionalmente la seguridad pública.
“Ya que les gustan tanto (los migrantes) podemos manarles muchos, un suministro ilimitado” de detenidos, según Trump, que incluiría a “pandilleros, narcotraficantes, traficantes de personas y criminales de todos tipos y formas”.
Fueron las palabras de Trump, dirigidas a las ciudades santuario, mas ha tenido que detener su plan de enviar a las familias de migrantes centroamericanos detenidas, pues tendrá que demostrar que son los delincuentes que menciona.