Morelia/Acueducto
Felipe Ávila, historiador, escribió la biografía de Emiliano Zapata, en la que cuenta como desde pequeño ayudaba a su familia acarreando zacate después de clases y cuidando ganado ajeno, para aumentar el ingreso familiar.
En Zapata, Título del libro, Ávila nos cuenta sobre las pérdidas de Emiliano: su madre murió cuando él tenía 16 y su padre falleció un año más tarde.
Nos narra, como el consejo de Anenecuilco, conformado por ancianos decidieron que ya no podían seguir gobernando y eligieron a Zapata para representarlos, para luego entregarle los papeles que acreditaban la propiedad del pueblo, para que quedaran a su cuidado.
Fue elegido por ser un hombre de campo, una persona que los ancianos conocían, agricultor, jinete, un charro que conocía la región y alguien que les inspiraba confianza, mencionó Ávila.
También habla sobre la relación de Zapata y Madero, sobre su desencuentro, describe que ambos eran hombres íntegros y de buena voluntad, pero con proyectos diferentes: Madero creía que la democracia resolvería los problemas de México y eso no era lo que zapata creía.
El libro Zapata, lucha por la tierra, la justicia y libertad, incluye varios pasajes de la historia de este personaje y la relación con otros revolucionarios de México.