Morelia, Mich.- Don Domingo Alejo es conocido por muchos sectores del fútbol llanero, pues forma parte de la historia del mismo en Morelia, con un trayecto de 18 años a cargo de la Liga del PRI-Valladolid donde se forjaron cientos de jugadores amateurs y profesionales de la capital michoacana, y junto con la Liga Guayangareo, del Arquitecto, José Luis Raya «El Ronco», y por supuesto las Ligas Municipal y del IMSS, sentaron las bases del fútbol llanero de la ciudad.
Primero como entrenador dentro de la Liga Guayangero, posteriormente en la Liga del Seguro por dos años, para de ahí conformar la Liga Valladolid, la cual disputaba sus encuentros en campos del IMSS, Indeco, y principalmente en los de C. U.
Surge en el año de 1978 con la intención de fomentar el fútbol y apoyar a ese sector de la población, para que posteriormente tomara fuerza y se consolidara como un espacio para la práctica del balompié, que llegó a reunir 260 equipos, con muy poco apoyo, pues prácticamente cada semana le tocaba poner de su bolsa mil 500 pesos para el correcto desarrollo de la misma, según él mismo cuenta.
Muchas veces los dueños de los equipos no pagan arbitraje, y pues yo como los necesitaba tenía que pagar.
Muchas satisfacciones vivió a lo largo de ese periodo, pero también situaciones muy desagradables, que incluso lo pusieron en riesgo, en actividad que realizaba por gusto, sin ningún tipo de compensación .
Me dejó de huella que me andaban dando en la madre en el Seguro, porque su equipo de él perdió, entonces yo estaba viendo otro partido en la cancha 3, a las 4 de la tarde, y llega y me dice, que bueno que está aquí hijo de su chingada madre, y saca una navaja, yo le quebré el brazo, pero me daba unas tiradas a rajarme la panza, al voltear él, pues le agarré el brazo, le quiete la navaja y lo fracture.
Esa navaja a la fecha la guarda como recuerdo, pero nunca se le gravó el nombre de la persona, aunque fueron más los momentos agradables que vivió.
Era un gusto, y más cuando no le pagaban a uno, es un deporte.
Aun y cuando tuvo poco apoyo no deja a de agradecer el que recibió por parte de Rubén Pérez Gallardo, Mario Armando Mendoza, Raymundo Arreola y Jesús Peña.
Cada fin de semana compraba media tonelada de cal, con la que desde las 6 de la mañana pintaba los campos, donde tuvieron épocas gloriosas escuadras tradicionales como, Zamora, Santiaguito, El Duero, Arteaga, Inter Esme, Canarios, Colombófilo, entre otros.
Fue alrededor de 1996, que falleció su hijo, Gabriel Alejo, lo que lo llevó a retirarse, pues en gran medida era por apoyar a éste que mantenía la agrupación, y quien manejaba el equipo del Cruz Azul.
Actualmente se dedica a disfrutar de su familia, y recordar los buenos momentos que pasó con su Liga Valladolid.