Morelia/Samuel Ponce Morales
Finalmente, aunque después de tres prorrogas, una cúpula de los burócratas estatales, que no la base sindical en pleno, decidió el estallamiento a huelga en el Ejecutivo, al rechazar el 3.5 por ciento de incremento salarial y el 1.2 en prestaciones.
Un movimiento rojinegro que no sería si las reglas del juego al interior del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder ejecutivo (STASPE), presidido por Antonio Ferreira Piñón, no dejarán la última decisión en manos del Comité de Huelga.
Y es que seguramente un sondeo entre ellos, la mayoría de los sindicalizados optaría por aceptar el endeble ofrecimiento gubernamental, considerando a regañadientes tiempos complicados para la economía estatal y más en finanzas públicas.
Aun así, ahora con el movimiento huelguístico a cuestas, los trabajadores del Ejecutivo no lo levantarán al menos que haya una nueva oferta oficial, tal vez uno o dos dígitos más a la planteada o simple y llanamente un bono extraordinario por única vez.