Morelia/Samuel Ponce
Y, los periodistas, las mujeres periodistas que son mayoría en la fuente política, alzaron la mano, la voz para reconvenir al dirigente de MORENA en Michoacán, Roberto Pantoja Arzola; no, no podían pasar por alto un evidente error, el decir fiscal anticorrupción por el de fiscal general.
Por eso, en esa rueda de prensa, delante de todos los presentes, sin miramientos, a raja tabla se lo dijeron con una autoridad hasta con dejos de soberbia, a lo que el dirigente partidista no tuvo más opción que aceptar sin decirlo abiertamente, sin disculpas, casi como si no hubiera pasado nada.
Fue una reunión atropellada, porque sigue sin implementarse los mínimos protocolos en las casi semanales ruedas de prensa, dando paso a la anarquía; los fotógrafos y camarógrafos situándose enfrente de los asientos de los reporteros, ocupados por militantes más curiosos que nada.
Eso sí, al menos hubo orden en los temas a tratar, no exactamente en el cómo, y en que se abordaran exclusivamente en ese encuentro, al cual fueron invitados al presídium alcaldes y legisladores electos, lo cual obligó a realizar entrevistas al termino, por separado.
También en la reunión el dirigente se deslindó de conocer alguna acción de soborno de los actuales diputados locales para dar paso a un fiscal general a modo del ejecutivo estatal; asimismo, trató de dejar en claro que aún no hay líder de los diputados locales electos.
Llamó la atención que Roberto Pantoja fuera condescendiente en el caso del congresista local electo, Francisco Cedillo, a quien trató de marginar de la lista plurinominal para imponer al ex vocero de las autodefensas, José Manuel Mireles; todo bien, vamos bien, dijo.