INE pretende callar al clero

Imagen: Alan Ortega
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Morelia/Redacción

 

Apenas hace un par de días se difundió la separación del Sacerdote de Apatzingán Gregorio López de su responsabilidad eclesiástica en el municipio de tierra caliente; sin embargo, el Padre Goyo, como mejor se le conoce, salió y respondió al respecto, dijo que ésta es una estrategia para evitar sanciones a la iglesia por los señalamientos que él ha hecho sobre la situación que vive el país y Michoacán, específicamente, en materia de seguridad.

A través de un comunicado, el sacerdote, que ya no oficiará misa, dijo que “la tan cacaraqueada EXPULSIÓN, es una estrategia institucional para evitar que gobernación sancione a la diócesis” por las denuncias que ha venido realizando.

Esto, dijo, será para que le incriminen a él como persona física “pero no a la iglesia como institución como una Asociación Religiosa”.

Recordó que actualmente Michoacán se encuentra en proceso electoral y que el Instituto Nacional Electoral, o como él le llamó: “Ineptos Negociando la Elección”, pretende “ponerle un bozal a mi amado clero, para que no destape a los criminales que andan de candidatos, pero yo estando deslindado de la institución puedo alzar la voz de manera enfática y profética, anunciando pero también denunciando”.

Dijo estar consciente de que “nadie baja vivo de la cruz” y que “si por la búsqueda de la justicia, la verdad, La Paz, la educación, el desarrollo y el bienestar del pueblo de Dios, hay que recibir espinas y clavos, los acepto de muy buena gana y hasta aceptaría ser crucificado con Cristo con tal de poder resucitar con Él y ver cumplido su ideal del reino de Dios”.

Respecto a la noticia de su separación o retiro, dijo que “quiero que entiendan que no tengo enemigos en la iglesia” ni afuera.

Aseguró que “sólo tengo tiempo, espacio y tiempo para los amigos, el perdón, la reconciliación y la paz, y de momento no celebro misa”.

Sin embargo, dice, “el sacerdocio jamás lo perderé, pero estoy muy empeñado en el verdadero sacerdocio de Cristo: ‘Anunciar buenas nuevas a los pobres, liberar a los cautivos, devolver la vista a los ciegos, libertad a los oprimidos y anunciar el año de gracia del Señor’.”

“Mi Cristo encarnado hoy está enfermo, pestilente, hambriento, desnudo, preso, secuestrado o expulsado, no me acaba de gustar ese Cristo, me gusta más el de ojos azules, pelo castaño, sonriente y bien parecido, pero ese sólo está en los cuadros”, señala el Padre Goyo.