La revolución que llegó (Parte 2 y última)

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

El próximo 7 de marzo se estarán cumpliendo 200 años de que se instaló en México el Primer Supremo Tribunal de Justicia de la Nación, el cual fue instaurado en Ario de Rosales, es una fecha que no sólo hay que festejarla “sino reflexionarla”.

Este es el llamado que hizo Juan Antonio Magaña de la Mora, quien es el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y del Poder Judicial de Michoacán, a los operadores jurídicos de la entidad.

Desde la sede del Palacio de Justicia, del Centro Histórico de la capital michoacana, dice que esta reflexión es fundamental para repensar los retos que tiene el sistema de justicia.

Para él, ya en la parte final de la entrevista, ya no se puede seguir bajo los mismos esquemas; explica que la sociedad se ha transformado y que los mecanismos informáticos que existen antes no existían, aspecto que está obligando al Poder Judicial también a adecuarse.

Recuerda que todavía hace poco tiempo redactaban en máquinas mecánicas de escribir, “con copia en papel cebolla y siete en papel carbón”; ahora, dice, “tenemos cuestiones informáticas, antes teníamos los archivos llenos de libros, ahorita tenemos accesos a todas las bibliotecas del mundo y criterios jurisprudenciales”.

Esto le significa al Poder Judicial uno de los principales retos actuales: una revolución jurídica. Misma que se debe de dar a partir de las nuevas circunstancias sociales para poder acelerar la impartición de justicia.

“En los últimos cinco años –dice- ha habido una cantidad importante de cambios en las leyes”, donde Michoacán no se debe de sustraer a ese tema.

A doscientos años, dice, este es uno de los principales retos: adecuarse a las nuevas demandas, exigencias, necesidades y exigencias sociales. Muchas de estas aceleradas por la parte informática.

Señala que “los tres poderes tendremos que implementar las medidas necesarias para tener procedimientos ágiles, efectivos, transparentes, profesionales”.

Ejemplifica que “nada nos ganamos con tener un proceso que vamos a resolver entre dos años, con notificaciones que a veces tardan lo que humanamente una persona puede ir o tardar en llegar o ir a buscar, cuando tenemos medios informáticos para que en el mismo momento que se está generando la orden se esté notificando a través de los sistemas informáticos”.

Es decir, precisa, estas herramientas de la información podrían ayudar a hacer más acelerados los procesos de procuración de justicia.

En este sentido, señala, “el poder judicial de Michoacán está preparado en su plataforma informativa para dar ese paso, lo que necesitamos en su momento es que se hagan las modificaciones normativas respectivas”. Dijo creer que se va en esa ruta.

Al concluir la entrevista, fuera de micrófono, detalla que la reflexión en torno al bicentenario es necesaria, sobre todo para situar la situación actual y los retos que se vienen para el sistema judicial en Michoacán.