Morelia/Redacción
Desde temprana hora, cientos de trabajadores de la construcción se congregaron en la Plaza del Jardín Morelos para, con una misa, conmemorar el Día de la Santa Cruz y bendecir las cruces que colgarán en las diferentes construcciones donde laboran.
Esta tradición tiene sus variantes, una de ellas habla sobre la emperatriz Elena,quien, a finales del siglo III, se empeñó en encontrar la cruz donde había sido crucificado Jesús, haciendo demoler un templo de antiguos dioses, construido en el monte del Calvario. Fue ahí cuando se encontraron las tres cruces, y para saber cuál era la tan preciada, colocaron cada cruz sobre la frente de un hombre próximo a enterrarse, quien revivió al roce de la cruz de Jesús.
Con este descubrimiento, Elena fue canonizada y desde entonces, cada 3 de mayo también se conmemora el Día de Santa Elena de la Cruz.
Otra versión habla sobre el choque entre las culturas española y prehispánica, estos últimos celebraban en estas fechas sus rituales a Tláloc y en petición de lluvias y buenas cosechas, la cual, al unirse con la religión católica, las danzas se convirtieron en rezos y en devoción hacia la cruz. Cuando los trabajadores de la construcción comenzaron a hacer uso de la cruz en sus celebraciones, se tiene registro de que fue Fray Pedro de Gante quien impulsó esta tradición.
Aunque la celebración de la Santa Cruz fue suprimida del calendario litúrgico por el Papa Juan XXIII, tal fue el fervor de los albañiles a esta tradición que el episcopado mexicano gestionó para que en México continuase la tradición.
Sea cual sea su origen, esta celebración se realiza cada año para valorar a los albañiles, los que edifican las ciudades desde la nada. Albañil viene de la palabra “banni”, que significa “el que edifica”, el que construye los pueblos.
