Morelia/ Samuel Ponce Morales
1.- Cuando se iniciaron los trabajos para el sistema michoacano anticorrupción hubo gran expectativa; todo parecía marchar en forma adecuada y consensada en la elaboración del marco jurídico respectivo entre los congresistas del estado.
2.- Sin embargo, poco a poco esa idea se fue deformando al ver lagunas en lo que finalmente fue la ley anticorrupción en la entidad, aunque al interior de la legislatura local se hacia hasta lo imposible por hacer creer que habría un mejor documento.
3.- Y, más allá de esas lagunas que bien pueden discutirse en mejor ocasión, el desmoronamiento de la expectativa empezó agudizarse ante la necedad de no escasos diputados locales de encauzar perfiles políticamente no aptos para los cargos propios de dicho sistema.