Violencia Feminicida

Especial
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 Morelia/Ángeles Nazares Jerónimo

Primera Parte

La violencia que se ejerce en contra de las mujeres, tiene su origen en la cultura patriarcal que ha permanecido durante siglos intocada, esa cultura que cosifica a la mujer y que le da al hombre el poder de disponer de ella, en el momento que quiera para agredirla – verbalmente, psicológicamente, patrimonialmente, físicamente, o económicamente – o para ejercer la forma más extrema de violencia contra la mujer, la feminicida; en espacios como la escuela, el centro de trabajo, la calle, el comunitario o en la propia casa familiar. La reproducción de patrones socio-culturales, estereotipos y roles asignados a cada uno de los géneros, han alimentado la subordinación de la mujer ante el hombre, fortaleciendo las relaciones asimétricas de poder, qué enraizadas en las estructuras sociales, se perpetúan y toleran tanto por la sociedad, como por el propio Estado.

Sin embargo y pese a que existe todo un andamiaje jurídico de protección de los derechos humanos de las mujeres y de Convenios y Tratados Internacionales que las protegen, de los que México es parte y de mecanismos que, insertados en las mismas leyes, buscan erradicar la violencia contra la mujer en todos sus tipos y modalidades, esto no se ha logrado. Las mujeres siguen siendo objeto de violencia y de discriminación en todos los espacios donde se encuentran y pretenden desarrollarse para lograr así, su proyecto de vida.

En este marco, ONU-Mujeres denuncia en el informe «Del Compromiso a la Acción: Políticas para Erradicar la Violencia Contra las Mujeres en América Latina y el Caribe», que la región latinoamericana es la que presenta mayores índices mundiales de violencia contra las mujeres, en especial en Centroamérica y México, sin estar en un contexto de guerra. La directora regional Adjunta de ONU-Mujeres para las Américas y el Caribe, Lara Blanco, señaló que las tasas de feminicidio «en la región son las más altas del mundo,” de acuerdo con el informe, en 16 países de América Latina y el Caribe se registraron en 2016 un total de 1.831 asesinatos de mujeres, frente a 1.661 en 2015, lo que deja en evidencia el incremento de los feminicidios en la región.

En el caso de México, el país, junto con el norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala), se presentan niveles de crisis severa, respecto al feminicidio. La ONU consideró que las cifras de este delito están tomando una magnitud y ensañamiento devastador, ya que dos de cada tres mujeres asesinadas mueren a causa de su género.

Los mecanismos que las antropólogas y sociólogas feministas como Marcela Lagarde y de los Ríos, han ideado para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, como las órdenes de protección y la alerta de violencia de género, como un mecanismo de protección de los derechos humanos de las mujeres único en el mundo, que consiste “en un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida y/o la existencia de un agravio comparado que impida el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres, en un territorio determinado;” cuyo objetivo es garantizar la seguridad de mujeres y niñas, el cese de la violencia en su contra y/o eliminar las desigualdades producidas por una legislación o política pública que agravia sus derechos humanos. No han dado los resultados esperados, incluso se ha cuestionado su efectividad y diseño; sin embargo, el problema no se encuentra ahí, sino en su fallida implementación y ejecución por parte de los gobiernos de las entidades federativas.

Actualmente, las entidades federativas en las que se ha declarado la alerta de violencia de género contra las mujeres son: Estado de México (11 mpios.), Morelos (8 mpios.), Michoacán (14 mpios.), Chiapas (7 mpios.), Nuevo León (5 mpios.), Veracruz (11 mpios.), Sinaloa (5 mpios.), Colima (5 mpios.), San Luis Potosí ( 6 mpios.), Guerrero (8 mpios.), Quintana Roo (3 mpios.) y Nayarit (7 mpios.).

En Michoacán fue declarada el 27 de junio de 2016, activándose en los municipios de Uruapan, Pátzcuaro, La Piedad, Apatzingán, Hidalgo, Lázaro Cárdenas, Morelia, Zamora, Maravatio, Zitacuro, Los Reyes, Tacámbaro, Huetamo y Sahuayo. Siendo Michoacán, la entidad en la que se ha declarado la alerta de violencia de género, el mayor número de municipios (14).