Morelia/Héctor Tapia
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha gobernado la entidad en dos ocasiones; sin embargo para María de la Luz Núñez Ramos, precandidata al gobierno michoacano por el partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), “los gobiernos perredistas no han sabido ser de izquierda”.
Desde su oficina, en las instalaciones del partido, asegura que los perredistas llegan al puesto, “son gobernantes, se sientan en su sillón, con la prensa y no hacen cosas diferentes, distintas, novedosas, ni presentan ideas nuevas”; replican lo que hacen los otros partidos.
Vestida con ropa sencilla, recibe en su oficina para la entrevista programada. Saluda de firme y de frente, pero también de forma cálida.
Mujer de fácil y fluida conversación, María de la Luz forjó su experiencia política en el vecino estado de Guerrero, donde nació; en esa entidad llegó a ser alcaldesa de Atoyac, legisladora por esa entidad y funcionaria municipal en el puerto Acapulco.
Llegó a Michoacán acompañando a su esposo, Arturo Martínez Nateras, quien es originario de Tuxpan.
Se le pregunta sobre el cómo ve la situación de Michoacán de cara al proceso electoral; señala que la situación del estado “es muy delicada”, y que aunque se fue el ahora ex comisionado para la Seguridad Alfredo Castillo, se queda un militar, presencia a la que ve “muchos riesgos”.
Aquí hace la primera referencia del lugar de donde proviene, de Guerrero, estado donde “se vieron las atrocidades que encabezó el ejército”, durante la guerrilla. “No sé porque ahora dudaríamos que ellos no desaparecieron a los normalistas”, indica.
María de la Luz asegura que la oposición “se puso al servicio del sistema” y terminó con la democracia; por eso, dice, “MORENA es la esperanza”.
Asegura que hasta el momento no ha tenido problemas ni con el comité estatal ni con el comité local de MORENA; además, indica, “tengo el apoyo del CEN del partido, de manera especial de Andrés Manuel, eso me hace sentir tranquila”.
Respecto al proceso interno que se definió para la precandidatura, donde se registraron cuatro aspirantes a la misma, entre ellos los ex dirigentes magisteriales Juan Pérez y Artemio Ortiz Hurtado, Núñez Ramos dijo que ya se logró sumar al primero para trabajar con las estructuras del partido. “Su suma es sincera”, dice.
Reconoce que aún falta dialogar con Artemio Ortiz Hurtado, con quien espera poder tener un encuentro en próximos días para buscar sumar al proyecto que encabeza con la precandidatura y para la cual será ratificada, considera, para el 7 de febrero próximo en asamblea que se llevará a cabo para este fin.
Núñez Ramos señala que “hacer política no es ser reina de la primavera y que te aplaudan, y menos en las condiciones de Michoacán”.
La ventaja de ella, asegura, es que “no soy hermana de ningún ex presidente que abrió una guerra estúpida que no podemos salir de ella, no aprobé leyes en contra del pueblo ni firme ningún pacto por México”.
Ella, la ahora precandidata de MORENA asegura que no le gusta que le digan que es política, ella se asume como una luchadora social, únicamente.
Dice que aunque llegó de otro estado, “son michoacana por ley y elección, porque decidí venirme a vivir a Michoacán a la población de Tuxpan, donde es mi esposo”.
Durante la entrevista hace múltiples referencias a su esposo, quien fue preso del 68, a quien admira y quien le apoya en sus proyectos político-electorales.
Asegura que tras haber decidido un retiro de la política, ya radicando en Michoacán quien fue “la culpable” para que regresara fue la ex dirigente perredista, que estuvo un breve tiempo en MORENA, Fabiola Alanís Sámano, quien insistió en acompañarle a ver a Andrés Manuel López Obrador. Después de esto, en el 2006, ya no se rompió el vínculo, y que derivó finalmente en que sea actualmente la precandidata del naciente partido.
Dice que en diciembre pasado puso a consideración de su familia el continuar con el proyecto de la precandidatura, sin embargo, agrega, determinaron apoyarle. No se arrepiente de haber regresado a la actividad política.
Entre bromas reconoce que uno de los principales retos es superar que mucha gente ubica a MORENA como un grupo más del PRD, pero no aún como partido político, van por AMLO, la primera etapa es esta, posicionar al partido y posicionar al proyecto.
