Morelia/Constanza Huazano
Durante las actividades del Festival Internacional de Cine de Morelia se realizó un video chat con el cineasta mexicano Guillermo del toro, en el teatro Rubén Romero y cuya charla se transmitió, desde la capital michoacana, a 12 países de habla hispana.
Los asistentes fueron en casi su totalidad Alumnos de la Universidad Latina (UNLA) y de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), facultad de letras. Todos fanáticos del creador.
El acceso estaba programado a las 15:30 hrs. Y desde media hora antes la fila estaba ya formada, donde todos se mostraban entusiasmados, algunos ya preparaban sus cámaras para capturara el momento en el que el director saliera y hablara. Unos ya revisaban las cuentas oficiales de Guillermo del Toro para averiguar su estado. Por fin permitieron el acceso a la sala y todos entraron en estampida.
Dentro los asistentes formaron parte de una trasmisión en vivo que tenía una audiencia internacional. Y cada vez que se mencionaba “Guillermo el Toro”, “Festival de Cine” y “Morelia” Los gritos efusivos y ansiosos, interrumpían y provocaban más emoción. Cada vez estaba más cerca el momento de tener un encuentro frente a frente con uno de los ídolos contemporáneos de México y de cine de fantasía.
Guillermo del toro llegó a la FICM presentando su nueva cinta The shape of water (La forma del agua), estuvo en conferencias de prensa y alfombras rojas; también en la función especial a beneficencia para los damnificados afectados por el sismo.
Durante los momentos de su visitita los fans tuvieron oportunidad de hacerle preguntas, las cuales respondió de una manera muy natural y relajada, llena de una actitud de camaradería, tan propia y ya conocida de Guillermo del toro.
Su simpatía y alegría emanaban como de una fuente, las risas retumbaban en todo el salón. Había una relación de compañerismo entre el director y los visitantes quieres no paraban de tomar videos y fotos. Algunos, al tener la oportunidad de hablar con él temblaban por la emoción y de Toro se mostraba enternecido y divertido.
Al terminar la sesión de preguntas y respuestas, Guillermo del Toro propuso tomar una selfie con todos y después, como en avalancha, los fanáticos se lanzaron hacia el escenario con libretas y lapiceros. De repente El cineasta se veía acorralado y con gran amabilidad tomó una por una de las hojas de papel y los autógrafos pusieron una sonrisa todavía más amplia en los rostros de todos.
Su equipo de seguridad tuvo que casi arrastrarlo fuera del teatro pero esto no impidió que los fanáticos, quienes aún querían fotos o autógrafos, lo persiguieran, y a pelear del tiempo que estaba encima, siguió saludando y atendiendo a los que se le cruzaban.
Fue a comer y regresó a la alfombra roja de su nueva película, y siempre con la misma amabilidad.
