CNTE, los infiltrados 

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Morelia/Samuel Ponce Morales

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) puede presumir de tener bajo su control áreas claves dentro de la Secretaría de Educación en Michoacán (SEE), que empoderan su operatividad.

Eso le facilitó el mes pasado paralizar los pagos a 65 mil trabajadores del sector educativo, reteniendo 110 mil cheques.

A su servicio hay mil pagadores que se encargan de distribuir esos cheques cada quincena. Una orden de la CNTE fu suficiente para frenar los pagos.

Pero eso sólo es la punta del iceberg, de toda una estructura al interior de la dependencia educativa que está infiltrada por el magisterio disidente.

Integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) advirtieron que la Subsecretaría de Educación Básica de la dependencia está plagada de funcionarios y jefes afines al ala radical del magisterio.

«En Educación Básica directamente es donde tienen incidencia. El titular es gente afín a ellos», acusól Juan Manuel Macedo Negrete, líder de la delegación D-III-6, que congrega a los empleados administrativos de la SEE.

«Tienen jefaturas de sector, dirección de regionales y algunas supervisiones escolares que son parte importante de la estructura de la Secretaría», detalló.

Para Macedo, esa situación resta capacidad de operación y autonomía a la dependencia, cuya titular es Silvia Figueroa, ex Rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

«Por lo menos para acatar cualquier acción de la Secretaría, estas áreas tienen mucho que ver», señaló Macedo.

Desde marzo de 2015, la Subsecretaría de Educación Básica está a cargo de Juan Otilio Sandoval, a quien la administración del Gobernador Silvano Aureoles, iniciada en octubre pasado, no ha cambiado.

Sandoval sustituyó a Rafael Mendoza, un opositor de la reforma educativa a quien también llegó a vincularse con la CNTE.

En los gobiernos perredistas de Lázaro Cárdenas Batel (2002-2008) y de Leonel Godoy (2008-2012), la Coordinadora llegó a tener incluso gente afín al frente de la SEE, en las figuras de Aída Sagrero y Graciela Andrade, respectivamente.

Sagrero, además, contaba con antecedentes penales cuando fue detenida una década atrás por protagonizar disturbios callejeros junto a otros maestros disidentes.

Pero eso no impidió que Cárdenas Batel la nombrara Secretaria de Educación, en tiempos en que la CNTE encabezaba la propia dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y más de 20 alcaldías.

En 2015, la organización Mexicanos Primero evidenció que al interior de la SEE el magisterio disidente controlaba también las direcciones de Educación Primaria y Educación Secundaria, así como la Subdirección de Telesecundaria.

Cuestionado ayer sobre la presencia de funcionarios afines a la CNTE en la dependencia educativa, el Gobernador Silvano Aureoles afirmó que ya está siendo revisado el tema.

«(Saber cuántas áreas tiene la CNTE) resultará del estudio que se está realizando. Ahí veremos cómo está la situación», ha llegado a declarar el Gobernador del Estado.

“Se está haciendo un estudio general de en qué condiciones están las instituciones de educación en el país, particularmente en los estados que tienen una ubicación mayor de rezago. Entonces vamos a revisar y toda ayuda o apoyo que nos llegue (de la Federación) es bienvenido”, dijo en una entrevista colectiva en mayo de este año.

Ese mes, la Secretaría de Educación Pública (SEP) reveló que trabaja con los gobiernos de Chiapas y Michoacán en una reestructuración de las secretarías estatales de educación.

La dependencia informó que es un proceso semejante al que se dio en el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), organismo que durante años fue administrado por la CNTE.

Así fue hasta que el Gobierno estatal, con apoyo de la Federación, consumó un despido masivo y retomó su control el 20 de julio del 2015.