Urandén, Pátzcuaro, Mich. | Asaid Castro/ACG.- Entre flores, velas y el murmullo de las aguas, los manantiales de Urandén han vuelto a la vida para acoger la celebración de Noche de Muertos, con el espectáculo de canoas.
El clima se siente tranquilo, frío en la primera vista que se estrena esa estampa, en los recién habilitados manantiales, que con medio centenar de pesos, se puede disfrutar de casi una hora de la sorpresiva exhibición.
Apenas, entrada la noche, comienza a salir las primeras canoas, llenas de comuneros caracterizados con trajes regionales y de danzas, como los Pescadores Mariposa y la Danza de los Pescadores.
Las canoas adornadas con cempasúchil, y de colores vibrantes, iluminan los manantiales en un recorrido ceremonial, permitiendo un encuentro entre la tradición y el turismo, que observa desde las orillas de los arroyos.
Los manantiales, ubicados a 15 minutos de Pátzcuaro y 40 de Morelia, se han convertido en un espacio donde la naturaleza se mezcla con la cultura y el arte de la vida y la muerte.
Además, el colorido recorrido, finaliza con una muestra de atletas de canotaje, y una competencia de velocidad qué deja a los asistentes asombrados en las siempre calmadas aguas de Urandén.
